
La disputa entre derechistas y progresistas es el sueño liberal
El viejo sueño del liberalismo en Argentina logra su cometido sin golpes de Estado, sin masacres, sin bombardeos. Solamente con el apoyo de las urnas. La potencia liberal es tan hegemónica que es imposible salir de su matriz de discusiones de vuelo bajo entre sus entusiastas adherentes de un lado u otro del mismo espacio.