
IA, campañas y poder: los nuevos dilemas de la comunicación política en la Argentina
La inteligencia artificial ya no es solo una herramienta: es un actor que reconfigura la competencia electoral y desafía la autonomía cognitiva de los votantes.



La inteligencia artificial ya no es solo una herramienta: es un actor que reconfigura la competencia electoral y desafía la autonomía cognitiva de los votantes.

La negociación por el presupuesto bonaerense se aceleró a más no poder. El gobernador busca tenerlo aprobado (por fin) antes de que cambie la composición de la Legislatura. Es una aspiración cuestionable: los dos proyectos anteriores fracasaron con esta misma integración, y el mandatario no está dispuesto a ceder tampoco esta vez.

El clima interno del peronismo bonaerense volvió a tensarse luego de una serie de movimientos que dejaron expuesta la estrategia —o el intento de estrategia— de Mayra Mendoza para instalarse como figura de una supuesta rebelión interna contra la conducción histórica del espacio. Pero el intento duró apenas un suspiro: la superestructura partidaria le frenó el impulso antes de que su postura pudiera transformarse en algo más que una foto de ocasión.

La llamada “guerra cultural” de la ultraderecha latinoamericana ya no es un fenómeno aislado. Lo que comenzó como un experimento digital en Brasil a mediados de la década pasada se ha convertido en una red transnacional que emplea bots, influencers, medios digitales y campañas coordinadas de desinformación para erosionar gobiernos progresistas e instalar agendas conservadoras.

Hace unos meses —que hoy parecen años— antes de que Elon Musk saliera eyectado de la administración Trump como si fuera uno de sus propios cohetes, nos preguntamos sobre la influencia de las redes sociales en el debate público y la calidad democrática.

Javier Milei no solo tiñó de violeta el mapa argentino: consiguió algo más raro aún, paciencia. En una elección marcada por el miedo y la emocionalidad, el país convirtió las legislativas en un plebiscito sobre su figura. El resultado, más que un aval, fue un salvataje: Milei recuperó aire y deberá traducir su milagro electoral en gobernabilidad. Indudable: salió de estar colgado del travesaño a meter un contraataque letal que terminó en gol a favor.

Con una interna partidaria judicializada, con un doble comando de contingencia, en medio de fragmentaciones vinculadas a la estrategia electoral, inmersa en una polarización pocas veces vista, sin PASO ordenadora, carente de una figura de peso que unifique las voluntades y se unja como conductor aglutinante. Así, algo machucada y con el chasis pidiendo boxes, llegó el la UCR de la provincia de Buenos Aires a estas elecciones. El punto de hervor trajo a Somos, el frente con el que compitió. ¿Cómo le fue?

Perón advertía que marcar errores también es un acto de lealtad. Con esa premisa, Fernando Gray vuelve a plantarse frente al sectarismo y llama a recuperar un peronismo amplio, con debate y representación real del trabajo y la producción. Premisas que lo llevan a ser candidato a diputado Nacional.

La Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y el Centro de Innovación de los Trabajadores (CITRA/CONICET-UMET) presentaron la primera edición del Índice de Riesgo Político (IRP), un indicador que busca medir la estabilidad política del país a través de variables económicas, sociales, fiscales y financieras.

La posibilidad de que el gobierno de Javier Milei implemente un sistema de convertibilidad entre el peso argentino y el dólar estadounidense reconoce no uno, sino dos antecedentes históricos. Una mirada simultánea al presente y al pasado alienta la duda sobre la conveniencia de adoptar ese programa.

El gobierno de Milei sobrevive de rescate en rescate: ahora, con Washington comprando pesos y el Banco Central como salvavidas. El anarcocapitalista que prometía dinamitar el Estado y el Banco Central es sostenido por un Estado y una entidad financiera pública que venera.

La historia de Matías Ozorio, el joven implicado en el triple femicidio narco, no es solo un caso policial sino el reflejo de un modelo cultural que convierte a la libertad en mercancía, al éxito en redención y a la soledad en forma de vida. La disolución de la comunidad y los valores compartidos nos devuelve la mirada asesina del abismo.

Un espejo refleja lo que somos, pero cuando se rompe, ya no devuelve una imagen nítida: solo fragmentos, pedazos inconexos y distorsionados. Así perciben hoy los argentinos a su dirigencia. Datos cuantitativos muestran que la principal preocupación social ya no son los precios, la pobreza o la inseguridad, sino algo más profundo: la sensación de que la política se quebró en su vínculo con la confianza ciudadana.

En medio de la profunda crisis macroeconómica que atraviesa el país, con la escasez de dólares como causa principal y una corrida cambiaria que obligó al Banco Central a intervenir fuertemente para contener el precio del dólar, el Gobierno Nacional puso en marcha dos recetas ya conocidas, que evidencian la desesperación por llegar a las elecciones del próximo 26 de octubre con el menor daño posible.

Después de enfrentarse por cierto tiempo, los hombres suelen cansarse. Ese agotamiento, concede la posibilidad del armisticio, generando la excusa para entablar una negociación y alcanzar un pacto que evite la continuación de la lucha. A nuestros políticos les encanta citar como ejemplo el pacto de la Moncloa en España; aunque tengamos ejemplos locales como la batalla de Pavón.

Desde el momento mismo que las hinchadas al ritmo de un 3% adaptable a “Guantanamera” corearon el nombre de la hermana presidencial, las alertas debieron accionarse en Casa Rosada. No ocurrió.

La corrupción expuesta en lo más alto del poder devoró la narrativa de la “anticasta” y dejó a la política atrapada en su propia decadencia. El país se paraliza entre el ajuste, la inflación y el riesgo país en alza, mientras Milei aparece solo, aferrado a una hermana que ya es parte del problema y no de la solución.

La novela del poder, conversaciones entre La Pitonisa y el Influencer sobre el futuro del Huesped. Una novela que narra el poder en Argentina desde adentro.

La reunión entre Estados Unidos y Rusia en Alaska busca sentar las bases para un cese de fuego en Ucrania, en un conflicto que ya lleva cuatro años pero cuyas raíces geopolíticas se remontan a más de tres décadas. Entre la posibilidad de concesiones y la continuidad de la guerra, el encuentro pondrá a prueba las “leyes” de la geopolítica sobre el derecho internacional.

Durante décadas, la globalización prometía un mundo unificado bajo la bandera cultural de Occidente, con EE.UU. como centro irradiador. Pero las mismas tecnologías que impulsaron ese sueño homogeneizador abrieron paso a un escenario inesperado: el auge de narrativas múltiples, identidades rebeldes y potencias emergentes que desdibujaron la vieja hegemonía.

La próxima vez que te cruces con una propuesta para resolver un crimen complejo, recordá lo siguiente: recursos y tecnología por sí solos no resuelven problemas de seguridad. De hecho, el combate del crimen organizado — crimen complejo — exige además un cierto grado de ingenio.

Mientras Javier Milei gobierna para sus propios intereses y sostiene una mirada ajena al futuro del país, la urgencia política exige una oposición capaz de ofrecer un proyecto real, federal y humano. Gobernadores y referentes deben dejar de imitar al Presidente y asumir su rol frente al deterioro económico y social que atraviesa la Argentina.

La campaña electoral comenzó en la provincia y es muy probable que no esté exenta de videos falsos que busquen no solo afectar a candidatos, sino también desinformar a la comunidad. Es necesario promover ciertos cuidados con el contenido que circula online.

La política discute en este año electoral su representación, a pesar de que cada vez más, represente menos a quienes los eligen, lamentablemente. Empeoran las variables sociales y económicas, pero nadie parece responder a un verdadero programa que de cuenta de los problemas importantes. Todo es rosca.