Tras un nuevo fracaso en la Legislatura, el gobernador bonaerense lanzó un mensaje a sus presuntos aliados: la Provincia debe tener presupuesto antes de fin de año. La fecha ¿definitiva? ahora es el 27. ¿Por qué cuesta tanto llegar a un consenso? El presupuesto fantasma y los cambios a veinte manos. El papel de la interna peronista y la tropa propia que aparece como más dura que la oposición.
Cronología de una guerra: crece al máximo la tensión entre La Cámpora y el kicillofismo
¿Cómo se fue gestando la disputa entre los sectores del peronismo K? Actos cruzados y reproches con las elecciones 2025 en la mira.
POLÍTICA 03 de noviembre de 2024 María Belén RobledoEn Unión por la Patria está todo estallado y las tensiones van in crescendo, con la provincia de Buenos Aires como escenario principal de la batalla que tiene dos bandos principales: el sector encolumnado detrás de Axel Kicillof y el de La Cámpora con la bandera de Cristina Kirchner al frente.
En las últimas semanas, las tensiones escalaron con la disputa por la conducción del PJ como marco, pero lo cierto es que vienen en crecida desde hace varios meses. Podría decirse que la interna opositora nació con la derrota electoral de 2023.
Más de una vez, desde diversos sectores se recurrió a la metáfora del vestuario después de un partido de fútbol perdido, donde hay reproches y planteos entre los diversos jugadores y el cuerpo técnico, pero que al partido siguiente siguen jugando juntos y vistiendo la misma camiseta.
Puede sonar un ejemplo simpático, pero la escalada de las tensiones se volvió tan fuerte que empezó a quedar entre varios signos de interrogación la posibilidad de seguir en el mismo campo de juego.
El primero en dar el puntapié fue el intendente de Avellaneda y extitular del Instituto Patria, Jorge Ferraresi. Desde el verano y en el marco de un plenario militante en Lanús -distrito que conduce el camporista Julián Álvarez- planteó la posibilidad de que el 2025 encuentre al peronismo con listas separadas: las del gobernador por un lado y las de la organización que comanda Máximo Kirchner, por el otro.
De ahí en adelante, comenzó una serie de recorridas de Ferraresi por distritos gobernados por el camporismo como Quilmes, tierra de Mayra Mendoza; o Luján, donde gobierna Leonardo Boto.
Junto con Ferraresi, otros intendentes dieron forma a la “mesa política” de Axel Kicillof. Se trata de una mesa chica que coordina actividades y acciones del primer mandatario con vistas a las elecciones de 2025, donde pretenden copar las listas con nombres propios, y a 2027.
Mario Secco (Ensenada); Fabián Cagliardi (Berisso); Julio Alak (La Plata); Gustavo Barrera (Villa Gesell), son los jefes comunales más cercanos al gobernador, que coordinan con la vicegobernadora Verónica Magario y los ministros Carlos Bianco (Gobierno); Andrés Larroque (Desarrollo de la Comunidad), Gabriel Katopodis (Infraestructura) y Walter Correa (Trabajo).
Actos por aquí, actos por allá
La interna y el malestar fue quedando cada vez más expuesta a partir de diversos actos en el interior y el conurbano. El primer gran movimiento ocurrió a fines de abril, cuando se dieron tres actos conurbanos en un mismo día: Ensenada, primero; Avellaneda luego y Quilmes al cierre, este último con una particularidad: fue la reaparición de Cristina Kirchner y dejó gestualidades como un cierre rodeada de puro camporismo.
Más tarde, mediando mayo, fue la jugada de la mesa política de Kicillof, que organizó un plenario militante en Florencio Varela, donde hubo gran convocatoria de la militancia. La Cámpora estuvo ausente.
La tregua pareció llegar en agosto, cuando Cristina Kirchner declaró en el marco del juicio por el intento de magnicidio que sufrió en 2022 y el gobernador, ministros y un grupo de intendentes fueron a acompañarla. Luego hubo una foto de familia que pareció poner freno a la interna. No duró.
A ese evento siguió otro a mediados de septiembre en el interior, precisamente en Mar Chiquita. Allí también se movilizó la militancia y comenzaron a hacerse notar las presencias y las ausencias. En ambos plenarios, el orador fue el gobernador y el discurso estuvo apuntado a un solo objetivo: Javier Milei.
Una semana después, Máximo Kirchner llegó con su propio acto a la ciudad de La Plata. Rodeado de la militancia, habló a seis cuadras de la Casa de Gobierno bonaerense y dejó sonar la canción que no cayó nada bien en el kicillofismo: “Y si querés otra canción, vení te presto la mía”, entonó La Cámpora. El gobernador dijo no haber sido invitado al evento.
El acto del 17 de octubre en Berisso sirvió para terminar de detonar el internismo. Kicillof llamó a la unidad en el PJ y dijo no estar interesado en “ninguna interna”, tal como relató este medio.
Eso no le gustó a Cristina ni a Máximo. La tensión entre la expresidenta y su “hijo político” quedó expresa hace algunos días en el Teatro Argentino de La Plata, donde ni siquiera la intervención de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, sirvió para acercar posiciones.
Con diversas idas y vueltas mediáticas y tuiteras, estos últimos días dejaron expuesto el estallido interno. Como señaló POLITICAR, el gobernador no se mueve de la pelea con Milei, aunque sigue con atención los movimientos K.
Uno de los más duros fue el intendente de Lanús, el ya mencionado Álvarez, quien apuntó al OPISU, un organismo que lleva adelante obras en barrios populares y cuya titular, Romina Barrios, responde directamente a la mano derecha de Kicillof, Carlos Bianco. “Hasta el momento la provincia de Buenos Aires no desembolsó un solo peso para obras en el distrito”, disparó luego, golpeando también a Katopodis.
La Provincia dijo que el Ministerio gestiona 13 obras y proyectos por 12.808 millones de pesos en Lanús y que, entre esas obras, se encuentran en ejecución pavimentos por valor de 2.575 millones, pero se deslizó que para poder cumplir con el 30% de anticipo, el Municipios debe cumplimetar documentación básica a la que se comprometió en el convenio. Todo encendido.
El broche de oro lo puso el senador Wado de Pedro, quien este último viernes en declaraciones a Radio con Vos: “Me hubiera gustado que Axel se pronunciara a favor de Cristina hasta por una cuestión sentimental, me gusta que estemos juntos. No puedo concebir que esté en otra cosa, me duele y lo veo raro; no le hace bien a él como persona”. Continuará.
Más allá de la media sanción a un proyecto del gobierno de Kicillof, no se avanzó en el tratamiento de las leyes clave (con el presupuesto e impuestos en primer lugar) y la oposición promete seguir resistiendo. Sin consenso y con el reloj corriendo, la mirada está puesta en la sesión del próximo jueves, a la que el oficialismo busca llegar con acuerdos para anudar lo fundamental. El radicalismo sufrió daños colaterales.
El primer año de Javier Milei, analizado desde diferentes perspectivas
Oficialistas, aliados, dialoguistas y opositores brindaron un detallado análisis sobre los primeros doce meses del libertario al mando del Gobierno. Ley Bases, DNU 70/23, inflación, Kueider y varios temas más.
La “cumbre” del PJ en Moreno dejó una instantánea que refleja las tensiones internas del partido más importante del país. Una foto que quiso ser de unidad, pero que certifica los problemas que acucian al peronismo de cara a 2025, frente a un Milei a quien no se le está oponiendo un programa que pueda competir con su plan de desguace.
Las sesiones ordinarias ya terminaron, pero el año legislativo está lejos de haberse definido: quedan en el tintero proyectos clave que prometen prolongar la disputa hasta ya entrado el año que viene. Presupuesto, impuestos, jubilaciones polémicas y un nuevo intento de romper el cerco electoral para los intendentes.
Humo para la tribuna libertaria: el Gobierno anunció una reforma migratoria para que los extranjeros no residentes paguen la educación y la salud pública
Con Adorni a la cabeza, la administración Milei confirmó la intención de hacer una reforma migratoria para cobrarles a los extranjeros no residentes la educación, hecho que nunca sucedió y no puede existir. Además, insisten en el mismo proyecto: buscarán que no se puedan atender gratis en los hospitales del país, un camino que ya habían iniciado muchas provincias por su cuenta.