Daniel Gómez: “Esto es un retroceso en la lucha contra el cáncer en Argentina”

El ex director del Instituto Nacional del Cáncer, Daniel Gómez, habló sobre los recortes en el organismo y señaló que se debería “posicionar la lucha contra el cáncer como una prioridad de Estado”.

ENTREVISTAS 24 de julio de 2025 Juan Salguero Simoy
DanielGomez

El Instituto Nacional del Cáncer, creado en 2010 y descentralizado de la Administración Pública Nacional en 2016, tiene como objetivo el desarrollo e implementación de políticas públicas de salud, además de la coordinación de acciones integradas para la prevención y control del cáncer. Funcionaba bajo un régimen de autarquía funcional, administrativa, económica y financiera, y con personalidad jurídica propia. 

En marzo del presente año, Manuel Adorni anunció la transformación del Instituto en una unidad organizativa interna del Ministerio de Salud. La medida anunciada por el vocero presidencial fue oficializada el presente mes, provocando la centralización y pérdida de autonomía del organismo. 

A pesar de que el Gobierno Nacional aseguró que no se afectaría la continuidad de ningún programa que garantiza el Instituto Nacional del Cáncer, actualmente el INC funciona con un 61% menos del presupuesto. En este marco, en POLITICAR dialogamos con Daniel Gómez, ex director del INC: 

¿Qué impacto tiene esta medida en el Instituto y en la lucha contra el cáncer?

Mirá, para el 2020, Argentina era el quinto país de América Latina con más cáncer, años anteriores ocupaba el puesto número siete, pero la población aumentó y la enfermedad comienza cada vez en edades más tempranas. Es decir, no sólo es una trágica decisión para el Plan Oncológico Nacional y para los pacientes que sufren, sino que es un pésimo momento para hacerla. Esta medida no solo elimina la autonomía y el presupuesto propio del Instituto, sino que también pone en riesgo la salud de millones de argentinos.

Esta enfermedad no es una más, es muy compleja y necesita un abordaje multidisciplinario. Si la ponen en la Dirección de Enfermedades No Transmisibles, estará junto a la diabetes, la hipertensión arterial o la obesidad. Los tratamientos para afrontar el cáncer o las investigaciones y formación para nuevas terapias se van a diluir junto con las de las demás enfermedades. Esta decisión no es un simple recorte presupuestario, sino un paso hacia atrás en la salud pública, que afectará a quienes más lo necesitan.

Se nos presenta esta medida como una simple reorganización administrativa, pero no nos engañemos. Esto es un retroceso en la lucha contra el cáncer en Argentina. Puede ser que requiera mejores políticas, pero con un programa de mejora hubiera bastado.

Obviando lo perjudicial del recorte ¿Qué complicaciones tiene pasar a depender estrictamente del Ministerio de Salud?

Pasar del rango de Instituto al de Dirección hace que la burocracia para poder tomar decisiones sea aún mayor. Te doy un ejemplo, el INC está formado por oncólogos que se especializan en distintas ramas. Cuando se tomaba una decisión, se dialogaba con el ministro de Salud del momento y se definía en un momento. Ahora, tiene que pasar por todos los rangos burocráticos, ministro, viceministro, secretario, subsecretario y recién ahí el director. Se pierde muchísimo tiempo y justamente el tiempo es oro cuando se trata de cáncer.

¿Qué hacía el Instituto Nacional del Cáncer cuando tenía una capacidad al 100%?

El Instituto Nacional del Cáncer desempeñó un papel crucial en la investigación, prevención y tratamiento del cáncer en nuestro país, llevando a cabo funciones vitales que han beneficiado a innumerables argentinos. Lejos de ser una medida de ‘ahorro’, como quieren hacernos creer, constituye un abandono de la salud pública y un riesgo para millones de argentinos que sufren esta enfermedad. Se colocó al cáncer en un lugar de suma relevancia en la agenda sanitaria nacional, con un solo objetivo disminuir los casos de cáncer y de muerte por esta enfermedad en Argentina.

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