Alfredo Badalamenti: “El Instituto Nacional del Teatro promueve el federalismo y garantiza el acceso a las actividades culturales”

El representante de la Provincia de Buenos Aires por el Instituto Nacional del Teatro, Alfredo Badalementi, habló sobre la crítica situación que atraviesa la institución y advirtió que corren peligro miles de teatros en todo el país.

ENTREVISTAS 04 de julio de 2025 Juan Salguero Simoy
Alfredo-Badalamenti

El Instituto Nacional del Teatro creado en 1997 a través de la Ley 24.800, votada por unanimidad en ambas cámaras del Congreso, nació con la intención de promover y alentar la actividad teatral en todo el país. Dentro de sus atributos, la Asociación Argentina de Actores y Actrices le destaca al INT su carácter federal, ya que le brinda apoyo a obras, con sus respectivos elencos, y teatros independientes de todo el país.

Su financiamiento no representa un costo directo para el Estado. Es un organismo descentralizado y autárquico, con recursos propios provenientes de “una tasa del 10% sobre derechos, multas y aranceles a medios de comunicación masivos recaudada por la ENACOM y un gravamen sobre los premios ganados en juego de azar”. Pero aún así, el Instituto Nacional del Teatro podría perder su autonomía y perjudicar a la comunidad teatral de todo el país.

Los Decretos 345 y 346/2025, firmados por el presidente de la Nación, modifican el funcionamiento y la autonomía de once organismos nacionales, entre ellos el Instituto Nacional del Teatro. Los DNU mencionados le quitan la autarquía, la representación provincial y el reparto federal de fondos al INT, ya que pasa a depender de la Secretaría de Cultura de la Nación. 

Esta pérdida de autonomía, que trae consigo la desvinculación de los representantes provinciales y de los jurados que aprueban los proyectos o la destinación de los fondos, comprometería su transparencia y funcionamiento democrático. La toma de decisiones en el Instituto Nacional del Teatro pasará a ser únicamente de Leonardo Cifelli, secretario de Cultura.

Esta tarde en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, sectores opositores al Gobierno buscarán que se apruebe un proyecto, que ya tuvo el visto bueno en la comisión de cultura, para dar de baja los DNU. En este marco, desde POLITICAR dialogamos con Alfredo Badalamenti, representante provincial del INT, sobre la importancia del organismo y el peligro que corre tras la implementación de los decretos 345 y 346/2025:

¿Qué es qué hace y por qué está en peligro y si corre peligro ahora a partir de este decreto o si ya venía de un desguace medio desde estos últimos años? Bien.

El Instituto Nacional del Teatro es creado por la ley 24800, que es el resultado de la militancia teatral de muchísimos años y el reconocimiento del Estado a la importancia que tiene la actividad teatral en Argentina, la actividad teatral independiente en Argentina. Es una ley bastante especial porque garantiza cosas como el federalismo a través de distintos mecanismos de concursos llevado a cabos por jurados, que también son elegidos por concurso.

La Ley prevé un representante provincial por cada una de las provincias del país, un consejo de dirección que está formado por parte de esos representantes provinciales, junto con un director ejecutivo que pone el gobierno nacional de turno. Todos ellos administran los recursos que obtiene el INT, a partir de los fondos y asignaciones específicas del ENACOM y de los juegos de azar.

Esa distribución de fondos surge a partir del debate que se da a nivel nacional de las necesidades que los teatristas o que la actividad teatral tiene, y en cada caso el consejo de dirección es el que decide qué política se instrumenta y a dónde va el dinero.

Señalaste que el financiamiento proviene del ENACOM y de los juegos de azar, por ende no habría una justificación económica para que haya una reforma en el instituto ¿No?

No, no la hay. Lo que se dice popularmente “se gastan los recursos de la ciudadanía” no existe. Porque cuando se crea la ley, como pasa en muchas de estas leyes, se crea justamente con el fondo que la va a sustentar.

Los fondos que recibe el INT son un mínimo porcentaje de gravámenes al ENACOM y las casas de azar. Otro porcentaje va a las bibliotecas populares, otro iba al INCA, había muchos organismos que se nutrían de ese impuesto. Que se nutren inclusive al día de hoy, porque en realidad la modificación de la ley que proponen los decretos del Poder Ejecutivo quita todo menos la financiación. Mantiene los métodos de financiamiento, pero cambia quien administra ese dinero y hacía dónde lo envía. 

Hasta ahora los teatristas tenían garantizado que había un cuerpo colegiado que de alguna forma representa la actividad y que esos fondos los administraba democráticamente. Hay algo que tiene que ver con una toma de decisiones democrática que es una de las cosas fundamentales que se pierde con esto.

¿También corre peligro que se pierda su carácter federal?

El federalismo es lo primero que se pierde. En el consejo tenés un representante por cada región, las regiones son seis y cada regional tiene tres o cuatro provincias. En esa mesa es donde se discuten las políticas, además del cuerpo de jurados elegidos por concurso que examina los pedidos y deciden si son viables o no. Eso no va a existir más, lo que se pretende justamente es que no haya discusión.

Es un organismo totalmente transparente, puede ser auditado de arriba a abajo, de hecho lo es y no habría nada malo para encontrar. Pero bueno, yo creo que esta decisión tiene que ver con el manejo de los fondos y tiene que ver con la decisión de a dónde van los fondos.

Quizás no corra riesgo el teatro de la ciudad de Buenos Aires, si bien se va a ver muy perjudicado, porque tiene otros accesos y otras posibilidades. Pero los teatros de Formosa, de Jujuy y de muchas más provincias pueden llegar a cerrar con este decreto.

El proyecto que llevaron a diputados y que probablemente se trate ¿Es para la derogación de los decretos?

Exactamente. estuvimos trabajando con muchos diputados comprometidos con la situación, otros dijeron que están comprometidos, pero lo vamos a ver en el quórum. 

Los diputados saben la importancia del Instituto Nacional del Teatro, sobre todo en las provincias, ellos tienen relación con el trabajo del INT. Lo ven, lo ven en los pueblos, ven como en el pueblo hay una sala que sería totalmente inviable sin ese apoyo. Ven como un grupo, un grupo de teatro comunitario brinda a su pueblo, a la ciudadanía, brinda espectáculos y que están apoyados por el Instituto Nacional del Teatro. Eso no existiría sin el INT. Parece que estamos en una lógica donde solo debe existir lo que gana plata, todo lo demás no.

Nuestra pretensión, por supuesto, es que se deje sin efecto el decreto 345 y 346/2025. 

Para cerrar la entrevista, me gustaría que me cuentes una experiencia en la que se remarque la importancia que tiene el Instituto Nacional del Teatro

Te lo cuento desde una anécdota. Yo hoy soy representante del INT, pero hace 30 años con un grupo de gente del conurbano fundamos una sala de teatro, que se llama las “Nobles Bestias”, hoy en día es una asociación.

Fue todo a pulmón, iluminábamos con latas de aceite que habíamos fabricado y teníamos una consola de madera. Así fue el inicio de esa sala. Hoy es una de las salas más importantes del Conurbano Sur, tiene 30 años y la mayoría de su equipamiento fue aportado por el Instituto Nacional del Teatro.

Y gracias a eso se pudieron albergar cantidad de grupos que trabajan actualmente, cantidad de funciones, escuelas con funciones gratuitas o gente que no podría acceder al teatro o a la actividad cultural de otra manera, pero ahí pueden acceder gratis o por una entrada muy barata. Todo esto es lo que cubre el Instituto Nacional del Teatro. Y lo cubre en el conurbano, pero también en Jujuy, Chubut, Tierra del Fuego y todo el país. No son necesariamente actividades rentables, pero son necesarias, son necesarias de la cultura, desde otros aspectos, no necesariamente rentables, pero para eso está el Estado.

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