
Dos elementos recientes convergen para que el gobierno intente profundizar su giro autoritario: el préstamo del FMI, que constituye un apoyo geopolítico y habla del rol de ese organismo y, en paralelo, la caída ininterrumpida de la imagen del gobierno en la consideración popular. Alguien con más apoyo externo que interno se parece peligrosamente a la figura del virrey.