
La estrategia de espejo adoptada por Milei y Kicillof parece multiplicar sus significados: el mismo día y más o menos a la misma hora, ambos fueron vapuleados en sus respectivos Senados.
Con la mira puesta en construir una alternativa superadora a la grieta que atraviesa al peronismo, se oficializó este fin de semana el armado político liderado por Facundo Manes y Juan Schiaretti, que apunta a consolidarse como una tercera opción dentro del universo peronista, alejada tanto del kirchnerismo como del oficialismo libertario.
POLÍTICA 05 de julio de 2025 Daniel MuñonettoBajo la consigna de “enfrentar a los populismos de derecha e izquierda”, en clara alusión a Javier Milei y Axel Kicillof, el espacio comenzó a mostrar volumen político con un conversatorio realizado en el Centro Cultural Islas Malvinas de La Plata. Allí confluyeron dirigentes de la UCR, peronistas no alineados al kirchnerismo, exfuncionarios, intendentes del conurbano bonaerense y referentes vecinalistas.
La actividad, motorizada por el platense Federico Martelli, funcionó como el puntapié inicial de un armado que ya venía tejiéndose en encuentros reservados. Pero ahora busca proyectarse públicamente como una fuerza competitiva para los comicios provinciales del 7 de septiembre y las elecciones nacionales del 26 de octubre.
Un armado con anclaje territorial y sello propio
El proyecto apuesta a construir desde el territorio hacia arriba, con eje en los municipios y en figuras que conservan peso local sin haberse encolumnado detrás de las principales estructuras nacionales. La presencia de intendentes como Julio Zamora (Tigre), Nahuel Mittelbach (Florentino Ameghino) y Salvador Serenal (Lincoln) revela la intención de sumar músculo político en zonas clave del conurbano y del interior bonaerense.
El ex intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, también se mostró en sintonía con el espacio, al igual que los diputados nacionales Danya Tavela y Pablo Juliano, los legisladores bonaerenses Matías Civale, Claudio Frangul y Viviana Dirolli, y el ex funcionario Diego Bossio, de trayectoria en el peronismo técnico.
Todos ellos convergen en dos polos organizativos: el entorno de Manes, con base en la UCR progresista, y Hacemos, el sello de identidad cordobesista liderado por Schiaretti, que acaba de obtener su personería nacional tras establecerse en seis provincias, incluida Buenos Aires.
La tercera vía dentro del peronismo: ¿realidad o ilusión?
Con una narrativa centrada en la “antigrieta”, el flamante frente busca representar a los sectores del electorado peronista que no se sienten interpelados por el kirchnerismo ni por el gobierno de Javier Milei, pero que siguen valorando la tradición desarrollista y federal del peronismo histórico.
El desafío será mantener la cohesión interna entre identidades diversas —radicales, peronistas disidentes, vecinalistas— y ofrecer una agenda económica y social concreta, sin perder competitividad frente a espacios con mayor visibilidad mediática.
No obstante, con esta primera foto pública, el armado político liderado por Manes y Schiaretti dejó en claro que la disputa por el voto peronista está abierta y que una tercera posición empieza a tomar forma con territorialidad, estructura y discurso propio.
La estrategia de espejo adoptada por Milei y Kicillof parece multiplicar sus significados: el mismo día y más o menos a la misma hora, ambos fueron vapuleados en sus respectivos Senados.
En el Congreso Nacional y en la Legislatura bonaerense se pelean hoy batallas clave. En ambos casos, la puja es por los recursos, pero en ambos casos, también, el telón de fondo son las elecciones que están cada vez más cerca.
La Argentina vive en estado de excepción y en la provincia de Buenos Aires empieza la temporada de los dolores de cabeza. La incógnita de qué ocurrirá con el presupuesto nacional se reproduce en territorio bonaerense con ingredientes propios. Una oposición que presiona y un oficialismo dividido cuyos antecedentes en la materia no auguran un panorama tranquilo.
Que el Tesoro de Estados Unidos haya bautizado a la Argentina como “aliado clave” en América Latina no constituye un elogio, sino una advertencia.
Mientras en el Instituto Cultural y el Teatro Argentino crecen las quejas de los trabajadores por el recorte de horas extras, la falta de materiales, cancelaciones y cambios inexplicables en las programaciones, Florencia Santout estaría destinando cuantiosos fondos estatales para intervenir en la política universitaria de la UNLP, a través de su organización, La Cámpora.
En la Legislatura bonaerense tuvo lugar ayer algo que hacía tiempo no ocurría y que a estas alturas ya es novedad: una sesión normal. Claro que se trata de una paz de circunstancias, porque los proyectos clave están en la otra cámara. Será el Senado, entonces, el escenario de las batallas complicadas.