
IA, campañas y poder: los nuevos dilemas de la comunicación política en la Argentina
La inteligencia artificial ya no es solo una herramienta: es un actor que reconfigura la competencia electoral y desafía la autonomía cognitiva de los votantes.


La democracia viene perdiendo vuelo. La sociedad y la política son las que deben poner los elementos que la impulsen a remontar. Los desaparecidos fueron la macabra estrategia de un Estado criminal y saqueador. Reabrir con tironeos sesgados un capítulo trágico de la sociedad argentina, no le hace bien a nadie.
ANALISIS 25 de marzo de 2025
Maria Herminia Grande
Argentina y sus escenarios. El gobierno los exhibe de acuerdo a sus necesidades. El pasado miércoles 12 montó el de metrallas apuntado a desarmados jubilados, donde un fotógrafo casi deja su vida (aún la pelea), y una jubilada es empujada y cae de espaldas salvándose, cuanto menos, de una rotura de cadera. Horrible el montaje de años ya superados, decidido oportunamente por la sociedad.
En este 24 de marzo el gobierno decidió correr el foco del montaje anterior. No hubo fuerzas policiales amenazando a las columnas que marcharon. El escenario fue un video donde trata de confundir. No de esclarecer.
El escenario que el gobierno preparó para este último 24 de marzo fue con la intención aviesa de romper uno de los pocos contratos vigentes, aunque lamentablemente hubo tironeos previos para adjudicarse la autoría.
El Estado argentino junto a sus tres poderes, acordaron repudiar aquel golpe de Estado de 1976, los actores fueron llevados a juicio, donde todos fueron juzgados de acuerdo a sus responsabilidades. Con un terminante “Nunca Más” se selló un tremendo capítulo de horror. Fue un auténtico pacto social. El escenario que el gobierno preparó para este último 24 de marzo fue con la intención aviesa de romper uno de los pocos contratos vigentes, aunque lamentablemente hubo tironeos previos para adjudicarse la autoría.
Ni el relato de derecha ni el de izquierda podrán tergiversar la realidad, aquella espantosa realidad donde hubo dolores conjuntos, pero no responsabilidades conjuntas, crímenes, torturas, espantos por doquier. Los desaparecidos fueron la macabra estrategia de un Estado criminal y saqueador. Reabrir con tironeos sesgados un capítulo trágico de la sociedad argentina, no le hace bien a nadie; mucho menos a la nación.
PD: No es delito pensar desde la izquierda o desde la derecha, lo que hiere a la democracia es la imposibilidad de escuchar al otro, inclusive de condolerse con el otro. Es el salvoconducto para evitar un país al margen de la ley, cuyas consecuencias trágicas ya las hemos vivido.

La inteligencia artificial ya no es solo una herramienta: es un actor que reconfigura la competencia electoral y desafía la autonomía cognitiva de los votantes.

La negociación por el presupuesto bonaerense se aceleró a más no poder. El gobernador busca tenerlo aprobado (por fin) antes de que cambie la composición de la Legislatura. Es una aspiración cuestionable: los dos proyectos anteriores fracasaron con esta misma integración, y el mandatario no está dispuesto a ceder tampoco esta vez.

El clima interno del peronismo bonaerense volvió a tensarse luego de una serie de movimientos que dejaron expuesta la estrategia —o el intento de estrategia— de Mayra Mendoza para instalarse como figura de una supuesta rebelión interna contra la conducción histórica del espacio. Pero el intento duró apenas un suspiro: la superestructura partidaria le frenó el impulso antes de que su postura pudiera transformarse en algo más que una foto de ocasión.

La llamada “guerra cultural” de la ultraderecha latinoamericana ya no es un fenómeno aislado. Lo que comenzó como un experimento digital en Brasil a mediados de la década pasada se ha convertido en una red transnacional que emplea bots, influencers, medios digitales y campañas coordinadas de desinformación para erosionar gobiernos progresistas e instalar agendas conservadoras.

Hace unos meses —que hoy parecen años— antes de que Elon Musk saliera eyectado de la administración Trump como si fuera uno de sus propios cohetes, nos preguntamos sobre la influencia de las redes sociales en el debate público y la calidad democrática.

Javier Milei no solo tiñó de violeta el mapa argentino: consiguió algo más raro aún, paciencia. En una elección marcada por el miedo y la emocionalidad, el país convirtió las legislativas en un plebiscito sobre su figura. El resultado, más que un aval, fue un salvataje: Milei recuperó aire y deberá traducir su milagro electoral en gobernabilidad. Indudable: salió de estar colgado del travesaño a meter un contraataque letal que terminó en gol a favor.