Chiquillof: Nace un nuevo candidato en el peronismo

¿Se puede pensar en un candidato presidencial peronista desde un nuevo relato? El presidente de la AFA parece reunir condiciones para presentarse como un "outsider" y a la vez mostrar una construcción política sólida y reconocida con éxitos. No hay mejor marketing que aquel que nace de los márgenes que encarna en su vida y su cuerpo, valores del espacio que busca representar: Tapia es eso. Un producto plebeyo. ¿Irá por todo?

POLITICAR MAGAZINE18 de diciembre de 2024 Nicolás Fernández Rivera

El candidato "tapado" del peronismo que empezó a medir

chiqui web 001

Dicen las nonas que a las “oportunidades las pintan calvas”, es decir, hay que aprovecharlas cuando llegan porque es el único momento especial que permite tomarlas. 

Un chico que tenía aptitudes futbolísticas nació en San Juan en el seno de un hogar humilde en 1967 cuando arreciaba lo más duro del Gobierno de Onganía. Su familia, se vio forzada a dejar su Concepción natal, para buscar mejores oportunidades económicas, como tantas familias del interior que emigran a la Metrópolis en busca de escapar de la pobreza.

Ese niño que se instaló definitivamente en Barracas, se llama Jorge Fabián “Chiqui” Tapia y hoy ejerce la titularidad máxima del fútbol argentino con el aliciente de ser el tercer presidente de la AFA en obtener una Copa del Mundo y que tuvo la satisfacción de ver a Lionel Messi con el trofeo más deseado.

El plot de la película es simple e intrigante: ¿Buscará Tapia trasladar sus éxitos deportivos a la arena política?¿Es un tapado? 

 “Chiqui” en Camioneros

Luego de un paso moderadamente bueno como delantero en el ascenso argentino y debido a que de eso no se puede vivir, allá por 1986 ingresó como un trabajador de la recolección de residuos en la empresa MANLIBA, primero como barrendero, luego “tirando tachos” con la concesionaria del servicio en Capital Federal, propiedad de Franco Macri. 

Sus orígenes, tradiciones familiares peronistas y su convicción -no exenta para nada de ambiciones- rápidamente lo vincularon al gremio de Camioneros que ya conducía Hugo Moyano desde 1984. 

Fueron años de construcción para “Chiqui”, nada le vino de arriba, porque como decía Perón, “en política nadie regala nada”. Sin embargo, se destacó como delegado y en los albores de la década del 90 se vinculó sentimentalmente y se casó con María Isabel Paola Moyano, hija de Hugo con quien tuvo cuatro hijos. Hecho que más allá de la situación romántica lo ubicó en la primera mesa junto al líder camionero con quien no le costó demasiado empatizar, obtener su aprobación y confianza para crecer dentro del Gremio como así también en su otra pasión que nunca abandonó: el fútbol. 

Fue una década de mucha lucha juntos: Los años 90 marcaron un país con dos caras. La presidencia de Carlos Menem, por un lado, había terminado con la hiperinflación, logró una recuperación del consumo y una modernización del país. Pero por otro lado, la coexistencia con una moneda fuerte, ecuánime con el dólar, fue demoliendo la industria local, provocando un aumento constante del desempleo. 

La situación de los trabajadores y la falta de empleo fueron el disparador de Hugo Moyano como líder de los mismos, siendo justo reconocer que fue el primer actor sindical en enfrentar frontalmente el modelo menemista en las calles y luego con el Gobierno de la fracasada Alianza, continuadora del Programa que terminó en la Crisis del 2001.

El Guapo de Barracas

Tapia, sabemos que en su humildad económica, vio frustrada una carrera futbolística, que no podemos decir que fue sobresaliente pero tampoco le auguraba un mal futuro. El ascenso es así. Militó en las inferiores de Independiente, luego pasó por el club de su barrio Barracas Central para luego terminar en Dock Sud. Los apremios lo obligaron a dejar su carrera como jugador. Los que lo conocen, dicen que era un delantero rústico, el típico 9 bombardero que la emboca. No descollaba, pero tampoco era malo. Su estado económico requería un sueldo que encontró en MANLIBA como antes mencionamos. Pero, su pasión por el fútbol nunca se apagó. 

Los vínculos con Hugo Moyano, las roscas de la política, la mezcla de intereses, el rol social del fútbol amateur, las ligas regionales, el ascenso y el haber conocido en persona a Don Humberto Grondona, lo llevó a ambicionar una carrera paralela vinculada a la dirección de clubes de fútbol. Tenía respaldo. 

Este viraje fue clave en su vida. La base política del fútbol en Argentina está en el rol social que los clubes siendo entidades civiles cumplen en todo el territorio nacional. Si se pudiera trazar un mapa geopolítico de nuestro sistema del deporte rey, podríamos ver su importancia en el espacio, la capacidad de aglutinar personas y pasiones, las posibilidades de crecimiento y fundamentalmente, las bases de legitimidad que permiten que un dirigente pueda crecer. Es una rosca política, compleja y poderosa, que Tapia supo leer en la historia de Grondona. Tal cual como pasó con la trayectoria del “Chiqui” en Camioneros, de menor a mayor así se construye el poder del fútbol, sumando amistades territoriales y en especial con la simpatía de los clubes pequeños cuyos votos valen los mismo que los grandes a la hora de decidir.  

Fue así como con los apoyos correspondientes alcanzó la presidencia del “Guapo de Barracas”, en junio de 2001. La realidad de Barracas dio un tremendo cambio bajo su mandato. Pasó de la Primera C a militar en la máxima categoría del fútbol argentino en 2021, tras 20 años de gestión de Tapia. Un hito que el Club no lograba desde 1930, cuando todavía el fútbol era amateur. Y aunque su estadio, no tenía la capacidad que requería esta categoría, toda su infraestructura deportiva creció a la par. Sin embargo, lo que más se fortaleció fue la imagen de Tapia, dentro del fútbol del ascenso, las ligas regionales y por supuesto, los vínculos políticos, empresarios y sociales que fue cosechando allí. La muerte de Don Julio Grondona en 2014 abrió la disputa por la sucesión en el mandato, oportunidad que el hombre de San Juan no iba a desperdiciar. 

Luis Segura fue nombrado como titular interino de la AFA comenzando el juego de poder. Pero, la estrategia de Tapia fue la de ser siempre un “tapado”. Además de cosechar simpatía y cámaras acompañando donde fuera a la Selección, fue recorriendo todo el país, hablando con todos los dirigentes de los clubes del interior, aquellos olvidados de los montes y las punas, escuchando sus necesidades, acercando soluciones, granjeando apoyos, en un trabajo de hormiga, crecer como mancha de aceite, gota por gota. 

La gran oportunidad se dio a partir del 2015, cuando Luis Segura y Marcelo Tinelli, ambos con todo su poder mediático y económico disputaron el sillón de Grondona, en una elección que terminó en un lamentable empate 38 a 38, que dejó vacante la máxima autoridad y que luego en 2016 con la suspensión de las elecciones, le dio más tiempo a la estrategia de construcción de Tapia para ganar nuevas voluntades. 

Al punto de que, en marzo de 2017, sumando el apoyo de equipos grandes como Boca Juniors e Independiente, la lista de Tapia “Ascenso Unido” -que ya gozaba de un amplio prestigio en las ligas inferiores- fue la única que logró ser homologada lo que automáticamente lo consagró en el máximo asiento de la Asociación del Fútbol Argentino. Había conquistado su sueño como dirigente del fútbol. Pero faltaba más. 

En 2018, luego de la salida del polémico y fracasado DT Jorge Sampaoli, con un pueblo futbolero harto de penurias en su selección mayor, Claudio Tapia tomó una decisión arriesgada e inesperada. Sacó de la galera un “tapado” en la dirección técnica interina de la Selección Albiceleste, un ex jugador por el cual nadie apostaba nada: Leonel Scaloni. Algo vio el “Chiqui”. Una empatía. Una confianza. Algo que lo identificó quizá con su historia y que luego de algunas victorias decidió confirmarlo en el cargo pese al rechazo o peor aún la indiferencia del público. Lo demás es historia: en la Copa América 2019, Scaloni logró un decoroso tercer puesto y de a poquito las ilusiones comenzaron a surgir. El primer batacazo fue la Copa América 2021, un logró que le puso el alma otra vez al orgullo futbolístico argentino y que fue celebrado como un mundial. No paró allí. Al año siguiente Argentina venció a Italia en la Finalissima 2022. Siendo en ese mismo año el mayor triunfo que puede lograr un técnico, un dirigente deportivo y un jugador: Argentina se consagró campeón del mundo en Qatar 2022, con un festejo que encendió las almas albicelestes y con un acompañamiento de millones de personas, con la felicidad de ver a Lionel Messi abrazado a la Copa, la apostura de nobleza, gallardía, adusta y grave casi de emperador español de Lionel Scaloni y el Chiqui Tapia, aquel niño humilde de San Juan, criado en Barracas, barredor de calles, recolector de residuos, dirigente gremial, dirigente de clubes y presidente de la AFA con la Copa entre sus manos que luego en un gesto tremendo llevó en agradecimiento y cumplimiento de promesa a la Basílica de la Virgen de Luján y a la santa popular Difunta Correa de San Juan de la cual siempre fue devoto. Para rematar, dos años después, Argentina ganó la Copa América 2024, extendiendo la racha de triunfos más exitosa de la Selección. 

¿Y por qué no, Chiqui?

La irrupción de Javier Milei, un simpático, exuberante e iracundo economista comentarista de TV a la presidencia, marcó el tiempo de la llegada de los outsiders -los que nadie en el sistema político espera- a las máximas posiciones de poder. 

Tapia no es totalmente un “outsider” de la política, está involucrado en el gremio de Camioneros desde hace varias décadas, construyó en base al poder de los clubes de fútbol. Tuvo sus idas y vueltas con su propia Familia Moyano, con la cual terminó de reconciliarse hace pocos años luego de un distanciamiento con Pablo, el combativo dirigente gremial que conduce el Sindicato en la actualidad bajo la mirada atenta de Hugo. 

A principios de la década de 2000, “El Chiqui” fue nombrado asesor gremial en la poderosa corporación CEAMSE-Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado- que maneja el sistema de recolección y vertido de residuos del Área Metropolitana  de Buenos Aires, administradora de rellenos sanitarios, concesionarias de parques, autopistas y múltiples ligazones con los actores que lo conforman (Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Gobierno de la Provincia de Buenos Aires y todos los Municipios que conforman el Gran Buenos Aires) con los cuales se deben mantener aceitados vínculos.

F_gu6GBWIAAt3S_

Su crecimiento también fue vertiginoso: para 2015, en un acuerdo con el GCBA, apoyo peronista y de alcaldes del PRO como Néstor Grindetti, alcanzó la vicepresidencia de la Coordinación con vistas a llegar al máximo cargo del ente, pero su enfrentamiento directo con Mauricio Macri, con respecto al establecimiento de las Sociedades Anónimas Deportivas (la privatización del fútbol) un objetivo de “Ojos de Cielo” que Tapia siempre luchó por impedir, lo eyectaron del organismo este año, en una vendetta siciliana que masculló bronca en el dirigente futbolero. 

La crisis es oportunidad, dicen los chinos (Ya también los peronistas)

El Peronismo se encuentra en un estado de fractura fruto de las múltiples derrotas y la incapacidad de que alguien asuma un liderazgo que cuente con la mayoría de las voluntades políticas. La explicación más simple sería el pésimo Gobierno de Alberto Fernández, pero la verdad es que viene desde muchísimo antes: la ruptura ya se insinuaba en 2012, pese al rutilante triunfo de CFK el año anterior y se estableció en 2013 cuando una fracción del peronismo liderada por Massa (el Frente Renovador) venció a el Frente para la Victoria que conducía la presidenta.  De allí todo fue a los tumbos con una derrota ante Macri en 2015 y pese al agónico Gobierno de Fernández desde 2019, con una peor versión del peronismo que puso al verdaderamente marginal de la política Javier Milei como presidente en 2023. Increíble. O totalmente lógico. Lo cierto es que el Peronismo no es alternativa hoy.

¿Qué pasaría si Chiqui Tapia buscará un Proyecto Presidencial o de Gobernador Bonaerense? Lo que empezó como una broma de mesa, minutos después empezó a cuadrar un poco más. 

Bien pensado, no le faltan argumentos al “Comandante” su otro apodo entre los clubes del ascenso, para apostar la ficha de sí mismo, ante un peronismo quebrado anímicamente y sin ningún tipo de reflejo político. 

Es la viva esencia de todo lo que los valores del peronismo representan, un muchacho de barrio con aspecto de tal, que crece, le va bien y logra todos sus sueños.

Bajo su tutela en la AFA, Argentina se consagró en el Mundial y ganó los trofeos continentales con los cuales se posicionó como la Selección más ganadora de títulos de la historia. En este proceso creó nuevos héroes y le quitó al segundo mejor jugador de la historia, Lionel Messi el peso de “no ganar nada en la Selección”.

Los cinco millones de argentinos que acompañaron la Copa, mostraron a un Chiqui Tapia que no permitió que las presiones políticas llevarán el logro al molino de unos u otros. ¡Disfrutala!, fue su lema hecho meme, pulverizó las intenciones de la política de llevarse el rédito de algo que era de todos y no de un sector o color partidario en particular. Ecuánime, las fotos fueron todas de él y el equipo. 

Fútbol algo más que apoyo 

Está de más explicar que el deporte rey no es solo pasión, o  negocios, por todo aquello que es; obliga permanentemente a vincular al presidente de la AFA con instituciones deportivas de todo el país, siempre relacionadas tangencialmente con poderes territoriales de todos los espacios políticos, en una forma de construcción de poder muy similar al sistema gremial: Fuertemente vertical y además cada dirigente posee en su territorio cierta autonomía operativa, lo que les permite abrir el juego de una forma menos restrictiva que en la política formal.

 Esto en el caso de Tapia, como ya lo explicamos, le permitió sumar poder de abajo para arriba, en un sistema de lealtades cruzadas que también lo vincula con gobernadores e intendentes. El fútbol como sistema moviliza almas y su valor social es incalculable. Algo de esto es también cierto cuando se “achaca” que hay política en los clubes para justificar la creación de empresas deportivas: todas estas capilaridades desaparecerían y los clubes perderían autonomía dependiendo de quien compró la franquicia. También muchos se extinguirían y todo aspecto del juego humano de construcción de comunidad, que implica participar, se iría con ello. Esa es la parte noble. En la parte de intereses, desaparecerían múltiples dirigentes pequeños y medianos que pujan y luchan por un reconocimiento político y social.

Tapia supo armar una red de referentes territoriales como gobernadores e intendentes de todo el país y muchos que ya lo conocen saben que funge una función de canal informal para resolver situaciones políticas. “Llame al Chiqui”, es una orden repetida entre mandamases peronistas, radicales, macristas y hasta de libertarios. 

tapia-infantino-domxnguez_crop1669374302682

En el Frente Internacional, Tapia no solo es reconocido por la AFA sino por sus vínculos con Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol y Gianni Infantino, presidente de la FIFA. En los últimos días vino cosechando nuevos éxitos ampliando la participación de equipos argentinos en el Mundial de Clubes, cosecha elogios de Gianni, Riquelme, dueño de la pelota de Boca y de Lionel Messi.

Tapia ha forjado alianzas económicas internacionales que son la envidia de cualquier referente de la política, especialmente las grandes casas de apuestas deportivas on line como BPLAY o Betano, cuyos multimillonarios ingresos para la AFA no tienen una reglamentación coparticipable con los clubes lo que le permite a Tapia manejarse con discrecionalidad en el reparto de apoyo a clubes y entidades deportivas. Por supuesto, que la lealtad es fundamental para ello pero en la mente de Chiqui, todos deben comer en la mesa. Una generosidad política que lo diferencia del resto. 

También lo saben los financistas internacionales, que mencionamos unos párrafos más arriba. El juego on-line pesa mucho en los grandes mercados y en el fútbol su auge no tiene techo. Chiqui viajó muchas veces a Europa a negociar nuevos acuerdos para la AFA pero también respaldo económico, por si las moscas. También, las simpatías que logró en los meses previos a Qatar 2022 y mucho más después con empresarios y financistas árabes. Dueños de mucho efectivo con los cuales forjó diálogos que aumentaron el odio de Mauricio Macri contra él, quien pensaba que era dueño de la “franquicia turca”: No es así, al parecer las arenas y vientos secos del Medio Oriente, también le iluminaron la medialuna de la suerte al Chiqui y serían unos de los grandes patrocinantes. Saben esos árabes que mucho no entienden de fútbol, pero sí de grandes negocios y apuestas. 

Si algo ha aprendido el Peronismo en todas estás décadas de existencia es la capacidad de resiliencia y de reinventarse, aún en horas aciagas y amargas. Hoy nadie asegura nada, nadie conduce realmente y ninguna figura es descollante. En esa trabazón política es posible la emergencia de nuevas figuras que no son una marca en boga, pero en la que todos han visto triunfos. Chiqui Tapia es una de esas figuras ¿Buscará ser un tapado del peronismo por la presidencia de la Nación o por la Provincia de Buenos Aires?

Pero ¿Mide o no mide?

El Dossier Tapia está en carpeta hace tiempo en las estructuras de poder del peronismo, que lo ven venir. Las opiniones están divididas entre sí sería votable o no. ¿Lo era Milei cuando se veía un aleonado que gritaba en Intratables y hacía reír con sus ocurrencias políticamente incorrectas por C5N? No. Pero hoy es Presidente. 

A priori, ninguno de los dirigentes peronistas actuales de todas las tribus puede tener la cosecha de triunfos en su haber que tiene Tapia. Más bien todo lo contrario, se parecen a “Mariscales de la Derrota”. Tampoco pueden ganar apoyos de otros sectores como la construcción deportiva le permitió crear al “Comandante”. 

Recientemente comenzó a ser “medido”. La Consultora Sentimetro relevó la opinión pública sobre el fútbol  argentino y detectó que Tapia tenía un nivel de conocimiento de casi el 80% y que obtenía más del 40% de aprobación (empatado con el rechazo), algo de lo que no gozan la mayoría de dirigentes salvo el presidente Javier Milei. En cuanto a las Sociedades Anónimas Deportivas, un 58% de los encuestados rechaza que su Club se transforme en una de ellas. 

Sentimetro PRIORIDAD

Finalmente, la aprobación del Gobierno alcanza el 50% de las opiniones. Las entrelíneas de la encuesta fue medir la imagen de Tapia con la de Milei, un ensayo que suele realizarse antes de que los equipos de construcción política comiencen a trabajar en un perfil seleccionado. Un estricto off dirigente de la Provincia de Buenos Aires que no descarta al presidente de la AFA aseguró que “Milei y el Chiqui son los mejores dirigentes del país, pero Tapia tiene una Copa del Mundo”, expresó más concreto “no arranca mal para algo expectante, el resto es cine, se construye”. 

sentimetro 2

La política requiere anclaje político

Es una post verdad creer que la política solo es un juego estético donde se imponen los personajes construidos a base de fotos y sonrisas. No fue el caso de Milei: exasperado, incorrecto, sereno, inasible. Era divertido, pero no parecía un político de raza. Ese fue su acierto, ser auténtico. 

El Chiqui genera algo similar solo que, con una construcción mucho más silenciosa, “tapado” como le gusta al comandante y como le enseñó su padre político Hugo Moyano. “Siempre de abajo”, un leitmotiv, para aquellos corajudos del poder donde en sus rasgos viven los criollos del siglo pasado. 

Lo vienen caminando, o él se deja caminar. Y construye Tapia. Dialoga con todos. Adversarios muchos, enemigos solo uno: Mauricio Macri, por el desprecio en el CEAMSE y porque, desde el lado del hijo de Franco, la Copa la levantó junto a los apoyos de capitales orientales, un morocho de pueblo. Una afrenta subjetiva más para el ex presidente de Boca. Con el PRO de excelente diálogo. Casi permanente. No son pocos los que le piden favores. Y hasta algunos de Milei, piden pista para que se los recomiende en su ascenso al armado del Peluca. 

Recientemente, se establecieron sólidos vínculos vía Jorge Ferraresi, una de las espadas más duras de Axel Kicillof en la disputa con La Cámpora de Máximo Kirchner y por supuesto con su madre CFK, con la que Chiqui charla. Paradojas. Tapia, quiere vengar una afrenta personal y necesita al Gobernador. Volver triunfal al directorio del CEAMSE pero ya no como vice sino como máxima autoridad. Organismo que hoy tiene una mujer cercana políticamente al intendente de Avellaneda, Mónica Capellini. Del riñón del PJ local. La rosca es así. Macri no perdonó que Tapia le volteara el proyecto de las Sociedades Anónimas Deportivas, la privatización del fútbol y puso su ojo de ira sobre él. Chiqui, que no es pera en dulce, prometió devolver la atención. 

Una jugada que mantiene en vilo al Jefe de Gobierno porteño, porque los residuos de la ciudad van al Conurbano y cualquier decisión que se impulse desde la Coordinación, afecta directamente los intereses de la Ciudad. Jorge tiene su construcción propia por mandato de Franco, de modo que siempre tuvo autonomía de su primo. Pero en algún punto debe respetar el alineamiento político. Sería un golpe duro, que de un humilde tirador de bolsas surjan los lineamientos de acción ambiental de los porteños. Se sabe. Con Chiqui se puede charlar. Hasta cierto punto. Podría el conflicto ser la vía que adopte en el cargo y hacer cumplir a la Ciudad onerosas disposiciones de residuos. Una encerrona: CABA no tiene espacio para sus residuos si los intendentes del Conurbano se los rechazan o modifican las tarifas de descarga. Es un puesto clave donde los Macri deberían ir a él a negociar. Esta es la rosca más actual en tiempo real. 

Subyacen otras. El peronismo en ebullición no tiene una figura como él. Lo sabe Cristina, lo sabe Axel y muchos gobernadores e intendentes. Genera consensos. Claramente. ¿Sería votable? No se sabe en el mundo líquido electoral. Pero lo mismo se decía del actual presidente y ganó. Y tan mal no le va. Como dijo un intendente de la Tercera Sección Electoral, expectante: “Todos le deben una vela al Chiqui”. ¿Será capaz de incendiar la pradera? 

Te puede interesar
Cuenta, algo quedará (1)

Cuenta, algo quedará

Facundo Ramos
POLITICAR MAGAZINE10 de enero de 2025

Facundo Ramos (Argentina), Licenciado en Ciencias Políticas, Diplomado en Consultoría Política y Campañas Electorales, y actual Director de “Sensum Consultoría Política”, analiza cómo las narrativas políticas no solo transmiten mensajes, sino que construyen identidades, movilizan a la sociedad y moldean percepciones. En un entorno saturado de información, el poder de un relato bien articulado puede cambiar la realidad social, legitimar agendas y establecer una conexión profunda con el público. ¿Cómo logran algunos líderes políticos utilizar esta herramienta de manera tan persuasiva?

dnu-javier-milei-d2039jd230d (1)

¿Democracia por Decreto?: El peligro de “gobernar con la firma”

Manuel Nager de la Sota
POLITICAR MAGAZINE09 de enero de 2025

Cerrando su primer año en el Sillón de Rivadavia, Javier Milei ha suscitado un intenso debate sobre el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) como herramienta de gobierno. Esta práctica, que permite al Ejecutivo legislar sin la intervención del Congreso, plantea serias preocupaciones sobre la salud democrática del país y la debilidad institucional a la que puede derivar. A medida que el gobierno avanza en su agenda mediante DNUs, se hace evidente que este enfoque no solo erosiona el sistema de contrapesos, sino que también refleja una complicidad revanchista por parte de algunos sectores políticos, especialmente del PRO de Mauricio Macri.

Las dos almas del radicalismo

Las dos almas del radicalismo

Juan Ignacio Net
POLITICAR MAGAZINE06 de enero de 2025

Se rompió el bloque de Diputados Nacionales de la UCR. El nuevo bloque se llama “Democracia para siempre” y busca diferenciarse del bloque “oficial” de la UCR todavía presidido por Rodrigo De Loredo y que cuenta con los 5 radicales “con peluca” que apoyaron la reforma previsional y el ajuste universitario del gobierno de Milei.

inflacion + israel (1)

Salir de la hiperinflación: El caso de Israel

Rosario Porthé e Isabel Turri
POLITICAR MAGAZINE02 de enero de 2025

Frente a la inexistencia de una definición universal para el concepto de hiperinflación, hay ciertos episodios de alta inflación que pueden ser catalogados o no como hiperinflaciones dependiendo del criterio de quien los esté analizando. Tal es el caso de lo ocurrido en Israel entre los años 1984 y 1985.

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email