
Brasil y Venezuela reconfiguran el poder en América del Sur
Brasil y Venezuela refuerzan vínculos con China y Rusia, desafiando la influencia de EE.UU. y promoviendo una política exterior más autónoma en la región.
Alfredo Atanasof, Ex embajador Argentino en Bulgaria y Ex Ministro de Trabajo durante la presidencia de Eduardo Duhalde, analiza el impulso nuclear de China a partir del desarrollo de buques con propulsión nuclear. ¿Qué puede significar esto para la supremacía de Estados Unidos?
POLÍTICA INTERNACIONAL16 de noviembre de 2024Un desafío al dominio naval estadounidense
En un paso significativo hacia la consolidación de su poderío marítimo, China ha comenzado a desarrollar buques con propulsión nuclear, lo que podría alterar el equilibrio de poder en los océanos. Investigadores estadounidenses han detectado un prototipo de reactor nuclear terrestre que, según su análisis, serviría como base para construir un portaaviones de propulsión nuclear. Este avance representa una amenaza potencial para la supremacía naval que Estados Unidos ha mantenido durante décadas.
El ascenso de la flota china
La Armada china, la más grande del mundo en términos de número de buques, ha crecido rápidamente, modernizándose en la última década. La construcción de portaaviones nucleares llevaría a China a un selecto grupo de potencias navales de primera clase, actualmente limitado a Estados Unidos y Francia.
Con esta flota avanzada, Pekín podría lograr su ambición de proyectar poder a nivel global y desafiar la presencia militar de Washington en varias regiones estratégicas, especialmente en Asia-Pacífico.
Un proyecto de prestigio y nacionalismo
El desarrollo de estos buques de propulsión nuclear no solo refuerza las capacidades militares de China, sino que también tiene un fuerte valor simbólico en el plano nacional. Para Pekín, este proyecto representa prestigio y aviva el sentimiento de orgullo y nacionalismo. Este reactor, descubierto en una instalación llamada Base 909 y operado por el Instituto de Energía Nuclear de China, es similar en diseño a los reactores de propulsión naval occidentales, según los investigadores.
¿Una nueva rivalidad naval?
El Pentágono ha manifestado su preocupación sobre la modernización acelerada de la flota china. Aunque la Armada de Estados Unidos sigue contando con once portaaviones de propulsión nuclear, capaces de mantener una presencia constante alrededor del mundo, la expansión nuclear de la flota china podría marcar el inicio de una nueva etapa de competencia en alta mar.
Tensa rivalidad entre China y Estados Unidos
China y Estados Unidos han mantenido una tensa rivalidad en múltiples frentes, pero ahora el teatro de operaciones marítimas parece ser un nuevo campo de confrontación. Los portaaviones de propulsión nuclear de China podrían no estar listos para la confrontación directa en un futuro inmediato, pero sí refuerzan la capacidad de China para actuar como un jugador naval global.
El futuro del poder naval
Con más de 370 buques y submarinos en su inventario, la Armada china sigue ampliando su capacidad y alcance. La integración de tecnología nuclear en sus portaaviones podría redefinir el balance de poder en el mar, donde las ambiciones estratégicas de China se cruzan con los intereses de seguridad de Estados Unidos y sus aliados. A medida que ambas potencias incrementan sus capacidades navales, el mundo observa cómo se configura esta nueva fase de competencia entre gigantes.
Brasil y Venezuela refuerzan vínculos con China y Rusia, desafiando la influencia de EE.UU. y promoviendo una política exterior más autónoma en la región.
La guerra comercial desatada por Donald Trump contra Brasil ha provocado una ofensiva diplomática relámpago de Luiz Inácio Lula da Silva. Apenas entró en vigor el arancel del 50% impuesto por Estados Unidos —un castigo que en el caso brasileño tiene un trasfondo político ligado a la protección de Jair Bolsonaro—, el presidente brasileño activó su agenda internacional con tres potencias clave: China, Rusia e India.
Mientras El Salvador celebraba el Día del Periodista en un ambiente marcado por el exilio y el silenciamiento de voces críticas, la Asamblea Legislativa, dominada por el oficialismo, aprobó la reforma constitucional más significativa desde 1983: la legalización de la reelección presidencial indefinida. Con 57 votos del bloque de Nayib Bukele y solo tres en contra, el Congreso allanó el camino para que el mandatario continúe en el poder más allá de su actual segundo mandato.
Mientras se acerca el plazo límite fijado por Donald Trump para un alto el fuego en Ucrania, Vladímir Putin redobla su apuesta. El presidente ruso, firme y sin señales de retroceso, declaró este jueves que los objetivos del Kremlin siguen intactos y que las fuerzas rusas “avanzan en todos los frentes”. En una rueda de prensa conjunta con el líder bielorruso Alexander Lukashenko, Putin también anunció el despliegue del primer lote de misiles balísticos Oreshnik, un nuevo paso en la modernización del arsenal ruso.
Brasil ha logrado un hito histórico en la lucha contra el hambre: según el último informe de la FAO, el país sudamericano ha salido del Mapa del Hambre de las Naciones Unidas, al reducir a menos del 2,5% el porcentaje de su población que padece inseguridad alimentaria severa. Es un dato que no solo destaca en el escenario regional, sino que consolida al presidente Luiz Inácio Lula da Silva como un referente internacional en políticas sociales.
En un intento por contener una escalada comercial con efectos globales, la Unión Europea y China alcanzaron un acuerdo provisional para aliviar las restricciones impuestas por Pekín a la exportación de tierras raras. El entendimiento se selló durante una tensa pero crucial cumbre de un día celebrada en la capital china. Sin embargo, más allá de los gestos diplomáticos, persisten fricciones de fondo sobre subsidios industriales, acceso al mercado y la guerra en Ucrania.