Discusiones para la mañana del 27

“Todo se va a charlar después de las elecciones”, dicen en cada banda del tablero peronista. Pasado el 26 de octubre, la discusión sobre la presidencia del Partido Justicialista bonaerense asoma inevitable. ¿Algo más? Si. Resta ver quien se quedará con la presidencia de la Cámara de Diputados.

21 de octubre de 2025Andrés MiquelAndrés Miquel
MAXIMO PJ

Falta poco para el 26 de octubre y apenas un poco más para los debates dentro del peronismo posteriores a las elecciones nacionales. Entre ellas, la presidencia del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires, hoy en manos del líder de La Cámpora, Máximo Kirchner. El mandato vence a fines de diciembre y las conversaciones sobre su continuidad o posibles sucesores afloran en municipalidades, la Legislatura y la Gobernación.

 La fecha es el 18 de diciembre. ¿Importa? Más o menos. ¿No debería estar en plena discusión? “Todo se va a charlar después del 26”, sostienen en cada búnker de Fuerza Patria. No sólo el partido espera por su discusión interna, también la Legislatura. Puntualmente, la Cámara de Diputados, para la cual los intendentes kicillofistas ya tienen un nombre elegido para apuntalar pero que aún prefieren guardar entre llaves. 


Para el partido, un nombre picó en punta por estos días. O picó en puente. El intendente de Lomas de Zamora, Federico Otermín, asoma como un actor que puede saldar distancias entre las tribus del peronismo en caso de que Kirchner decida evitar un nuevo mandato. Cerca del lomense advierten que su vínculo positivo con Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof permitió limar asperezas de cara al cierre de listas y lo consideran una pieza importante para amalgamar las vertientes que crearon Fuerza Patria.


Con una figura de sus características, joven y de pocos peros entre sus colegas, tiene la chance de unificar el devenir del justicialismo bonaerense que está carraspeado por quedar en manos de “una” de las partes. Cabe recordar que durante el primer mandato de Kicillof, Otermín ocupó la presidencia de la Cámara de Diputados y nutrió su perfil conciliador. “Se lleva bien con todos”, aseguran en su entorno. 


¿Se lleva bien con Kicillof? Si. Integra un grupo de intendentes del conurbano que no comulgan en el Movimiento Derecho al Futuro, pero que tampoco llevan el ADN de ‘la orga’. Federico Achával de Pilar, Gastón Granados de Ezeiza y Nicolás Mantegazza de San Vicente son un ejemplo de este espectro que, dicho en criollo, no se casan con nadie. Sostienen la referencia y la conducción de CFK y ponen en valor e interactúan constantemente con el gobernador. 


Según pudo confirmar este medio, los cuatro estuvieron reunidos con Kicillof con el objetivo de entablar los primeros idas y vueltas para después del 26 de octubre. En el encuentro, el gobernador habría solicitado que se incorporen al Movimiento Derecho al Futuro antes de continuar con las negociaciones, algo que por el momento no fue tomado de buena manera por los intendentes que querían llevarse la venia del gobernador para impulsar a Otermin. 


La lógica indica que el contexto no permitiría que la presidencia del PJ provincial quede manos de una sola vereda, pero resulta que a Kicillof “no le interesa”. Al menos, así lo afirman quienes caminan junto a él diariamente. “Ya es pasado para nosotros”, aseguran sobre el partido. La realidad es que el gobernador nunca transitó la vida partidaria y si hay algo que aún flamea como garantía de épica en el kicillofismo es la campaña del Clio que lo llevó a Calle 6. 


Es real que así arrancó, pero también es real que la situación cambió. En Gobernación le sacan lustre diariamente a la medalla que muestra la mitad de los intendentes de la provincia de Buenos Aires como partícipes de la construcción de Kicillof. Algunos, con la idea puesta en edificar un candidato a presidente en 2027, como bien lo expuso en las últimas horas el platense Julio Alak. La mayoría, titulares de los PJ locales y de histórico tránsito por los pasillos pejotistas. 


Quizás no fue una decisión planificada, pero el gobernador desarrolló musculatura sin anabólicos y gestó una faceta de conductor respetada por sus seguidores en las municipalidades. Precisamente, en el entre tejido que compone el MDF, varias voces pretenden que su líder acapare la lapicera el PJ y controle la herramienta electoral por excelencia del peronismo bonaerense y evitar, en todo caso, tener que buscar otra estructura en caso de no llegar a acuerdos internos para presentar candidatos. 


Algunos, como Jorge Ferraresi de Avellaneda, mantienen una cruzada con la organización de Kirchner y no son pocos los que mencionan su apellido como un posible candidato de Kicillof al PJ. Sin embargo, es otro el nombre que aflora en las conversaciones platenses como representante del gobernador. Su compañera de fórmula y vicegobernadora, Verónica Magario, está en constantes charlas alrededor de la batalla por la lapicera de Calle 54. 


La dirigente matancera hoy responde al Kicillof. Mantiene lazos fuertes con la ex presidente e, incluso, fue a visitarla durante su injusta prisión en San José 1111. De todas maneras, no percibe que el método Cámpora sea el ideal para estar al frente el partido que emerge como emblema frente a Javier Milei. En su caso, Magario también reviste un sólido pasado partidario y pone en valor contar con la herramienta electoral. 


Sin embargo, en las últimas horas fue Andrés ‘Cuervo’ Larroque quien no descartó reemplazar a Kirchner. El ministro de Desarrollo de la Comunidad se convirtió en una pieza estratégica de Kicillof en los últimos años. Gestor del desdoblamiento, es un volante central con juego y quite que se desmarcó de La Cámpora y plantó distancia metodológica y hasta filosófica con su líder.  


Ojo que aún no hay confirmación sobre la voluntad de Kirchner. No habría, hasta el momento, una definición personal sobre su futuro en el partido. Aunque en el cristinismo, a partir del nuevo espacio Primero la Patria, la figura del intendente de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini, estaría ingresando en la discusión por la presidencia del PJ. Algunos, incluso, hablan acerca de un potable candidato a gobernador en 2027.


En fin, son varias las cosas que cambiaron en estos años. A pesar de que en Kicillof puede faltar ese apego por las instituciones del peronismo, no esquiva su vocación de poder. Entre ceja y ceja tiene una silla que supo entregar en post de respetar acuerdos preexistentes. ¿Cuál? Como dicen en su entorno, “la correlación de fuerzas cambió” y la presidencia de la Cámara baja bonaerense se transformó en una pieza clave para Kicillof. 


Las últimas experiencias fallidas para, por ejemplo, contar con leyes para el endeudamiento, inquietan más de la cuenta. Ese lugar está, hasta diciembre, en manos del massista Alexis Guerrera. En paralelo, la presidencia del bloque recae en un hombre de Kirchner, Facundo Tignanelli. “Cuanto menos tenemos que ser parte de la discusión”, indican cerca de Kicillof. 
Son todas discusiones para después de un 26 de octubre que, mayoritariamente, es visto como un nuevo triunfo.

Finalmente, el discutido desdoblamiento traería, a falta de uno, dos festejos. Puede ser que Milei colaboró cuantiosamente en sus derrotas, puesto que nadie lo obligó a poner de primer candidato a diputado nacional a una figura vinculada con posible financiamiento narco, pero la firma para votar dos días distintos es la de Kicillof. Y saldría más que muy bien. 


¿Hay plazos para llamar a elecciones en el PJ y cumplir con los pasos administrativos? Ante la consulta, un ávido conocedor de la ingeniería del partido asegura que no va a haber problemas en convocar a elecciones después de los comicios nacionales, a pesar de que faltarán menos de 60 días para el fin del mandato de Kirchner. Son 60 los días que deben separar, como mínimo, el llamado a votar de la votación. Resta esperar.