Kicillof y su apuesta por el pragmatismo electoral. La mesa de negociación peronista: un desafío a la unidad. El PRO bonaerense y la encrucijada libertaria.
POLÍTICA 24 de junio de 2025 Pablo Mercau
La provincia de Buenos Aires, epicentro político y demográfico de Argentina, se encuentra inmersa en un complejo entramado de negociaciones y estrategias de cara a las próximas elecciones. Con el peronismo y el PRO buscando consolidar sus posiciones, las tensiones internas y las alianzas pragmáticas marcan el pulso de un escenario electoral dinámico y lleno de interrogantes.
En el caso del peronismo y su amplio espectro, con los orgánicos, los aliados y los satélites, todo se redefinió después de la ratificación de la condena de Cristina Fernández de Kirchner por la Causa Vialidad. La secuencia que se abrió hace dos semanas no se detuvo todavía y entre la sede nacional del Partido Justicialista, el departamento porteño de San José 1111 y la movilización a Plaza de Mayo, se generó un escenario de barajar y dar de nuevo.
El gobernador Axel Kicillof puso sobre la mesa una propuesta que busca priorizar la efectividad electoral por encima de los acuerdos partidarios tradicionales. Su planteo es claro: "Los que encabecen las listas tienen que ser los mejores candidatos o candidatas de cada lugar, más allá del espacio, quien tenga mejor imagen, conocimiento, inserción territorial y diálogo con todos los sectores". Esta visión, que busca evitar una distribución "matemática" de los lugares en las listas, se contrapone a las sugerencias de reparto por sectores, como que La Cámpora decida la cabeza de lista en la Tercera sección electoral o Sergio Massa en la Primera.
Kicillof insiste en que el perfil de los postulantes debe prevalecer sobre los acuerdos entre "tribus" políticas. A pesar de que figuras como Máximo Kirchner y Sergio Massa ya han avanzado en acuerdos por su cuenta, el gobernador bonaerense mantiene su postura, confiando en que los diputados conformarán un bloque y negociarán en conjunto debido a su estrategia compartida. Sin embargo, desde su entorno, se subraya que el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) tiene una estrategia diferente, lo que requerirá negociaciones para lograr listas "conjuntas".
Otro punto clave en la agenda de Kicillof es la limitación del uso del veto en el armado de las listas. "Queremos que el veto no sea una herramienta de presión permanente", expresan allegados al mandatario, en referencia a experiencias pasadas donde candidaturas fueron relegadas por esta práctica.
En cuanto a la campaña, Kicillof propone un enfoque centrado en marcar las diferencias con el Gobierno nacional y su impacto en la provincia. El gobernador impulsa la construcción de un frente pragmático que contrarreste las políticas de la Casa Rosada, poniendo el foco en la defensa del entramado productivo bonaerense y en la gestión provincial como modelo alternativo. Esta visión choca con la de Máximo Kirchner, quien advierte que el peronismo no debe posicionarse únicamente como oposición a Milei, argumentando que "es bastante mediocre ponerse en el anti algo".
Se espera que las reuniones en el PJ bonaerense se activen en los próximos días para intentar unificar criterios y evitar una ruptura que ponga en riesgo la performance electoral del peronismo. A pesar de que se deslizó la posibilidad de un encuentro en la sede del PJ en Matheu, desde el entorno de Kicillof aclaran que aún no han sido formalmente convocados.
La mesa de negociación peronista: un desafío a la unidad
La conformación de la mesa para definir las listas en Buenos Aires es un punto crucial en la estrategia del peronismo. Acordada entre Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof, esta comisión busca establecer las condiciones de unidad en la provincia. Sin embargo, el camino no será sencillo, ya que se reporta que la sociedad entre Máximo Kirchner y Sergio Massa ha avanzado en acuerdos sin la participación del gobernador.
El entendimiento inicial preveía que los actores principales (Máximo, Massa y Kicillof), intervendrían solo al final de las negociaciones, una vez que estas llegaran a buen puerto. Los plazos son ajustados, con el cierre de alianzas previsto para el 9 de julio y el de listas para el 19 del mismo mes. Este apretado calendario se suma a la "convulsión" generada por la situación judicial de la expresidenta, que mantiene movilizado a un sector del peronismo.
A pesar de las dificultades, todos los sectores del peronismo aseguran que harán lo posible para sellar un acuerdo que les permita competir juntos en las elecciones. De todos modos, existen diferencias significativas en cuanto a la estrategia de campaña, la forma de consensuar los nombres de las listas y la representación de cada espacio.
Cada uno de ellos llega a la mesa con sus propias condiciones. Kicillof, como se mencionó, impulsa su plan de campaña centrado en los "mejores candidatos" y rechaza el veto de La Cámpora. Massa, por su parte, busca potenciar el sello electoral "Peronismo", mientras que La Cámpora tiene un interés particular en las nóminas nacionales, que se definirán el 17 de agosto. Máximo Kirchner señaló, en esa línea, que la diferencia de diputados nacionales puede marcar la posibilidad de tener o no quórum en el Congreso Nacional.
La comisión del peronismo estará integrada por representantes de cada campamento. Si bien se había iniciado un proceso de negociación previo con todos los sectores, este se interrumpió cuando el cristinismo, a través de la senadora Teresa García, presentó un proyecto para elecciones concurrentes en Buenos Aires, a pesar de que el gobernador ya había establecido el desdoblamiento.
La idea predominante en la Gobernación es que las segundas líneas de cada sector avancen en la conformación de la alianza electoral, el nombre, el reglamento interno, los apoderados y el armado de las listas en las ocho secciones electorales bonaerenses.
En cuanto a los nombres que integrarían esta mesa, por parte de Kicillof se baraja la inclusión de una persona de su mesa política y dos o tres intendentes. El ministro de Gobierno, Carlos Bianco, fue quien participó en nombre de Kicillof, pero ahora se especula con la posibilidad de que sea Gabriel Katopodis, ministro de Infraestructura y figura central del municipio de San Martín, quien asuma ese rol. Entre los intendentes, se mencionan a Pablo Descalzo (Ituzaingó), Mariano Cascallares (Almirante Brown) y Andrés Watson (Florencio Varela), además de Julio Alak (La Plata).
Massa, por su parte, evalúa incluir a Juan Andreotti (San Fernando), Sebastián Galmarini (Banco Provincia), Alexis Guerrera (Cámara de Diputados) y Rubén Eslaiman (diputado bonaerense).
Por La Cámpora, el nombre definido es el de Mayra Mendoza (Quilmes), con un rol muy activo tras el fallo que condenó a CFK y en negociaciones previas. También se menciona a Federico Otermin (Lomas de Zamora), con la idea de acercar posiciones.
Para el Frente Renovador, incluirán la definición de los integrantes de la alianza (que pretenden llamar "Peronismo"), el reglamento interno, los apoderados y los ejes de campaña. Posteriormente, se abordará la discusión de los nombres para las listas y el porcentaje de representación de cada sector, lo que se anticipa como la instancia más compleja
El PRO bonaerense y la encrucijada libertaria
En el ámbito del PRO bonaerense, Cristian Ritondo, presidente del partido en la provincia, inició una etapa de acercamiento que tiene el objetivo de convencer a los intendentes de su espacio de ceder el sello, el color de la boleta y los primeros lugares en las listas en favor de un acuerdo con La Libertad Avanza (LLA). Esa posición es resistida por los intendentes del PRO.
La razón es de carácter instrumental en términos territoriales. Después de estas legislativas les quedarán dos años de mandato y nadie quiere perder el control de los Concejos Deliberantes.
Una de las figuras clave es la intendenta de Vicente López, Soledad Martínez, quien es vicepresidenta del PRO a nivel nacional y provincial, de lógicas vinculaciones con Jorge Macri. Martínez muestra resistencia y ya avisó que no puede garantizar acuerdos en los términos que se plantean desde La Libertad Avanza.
En el ejemplo de Vicente López está el punto clave a resolver, que es una especie de resistencia territorial del PRO, que además de Martínez tiene a Pablo Petrecca (Junín), María José Gentile (Nueve de Julio) y Javier Martínez (Pergamino), en la misma línea.
Ritondo argumenta que los resultados de la elección en la Ciudad de Buenos Aires muestran la necesidad de un acuerdo, pero los intendentes prefieren mantener su identidad política. "Prefieren perder una o dos bancas a manos de LLA que someterse a un acuerdo que borre al sello PRO del mapa electoral", afirman fuentes cercanas a los jefes comunales.
A Ritondo lo acompañan como principales “acuerdistas” el diputado nacional Diego Santilli y el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro.
Los tiempos se agotan para todos los sectores, tanto en el armado PRO-LLA, como para el peronismo y aliados. El 9 de julio vence el plazo para la presentación de alianzas de cara a las elecciones del 7 de septiembre. El 19 de julio es la fecha de consolidar los nombres para las candidaturas, tanto de los concejales y consejeros escolares en los municipios, como de diputados y senadores provinciales en las 8 secciones electorales.
En ambos espacios miran el espejo de la Ciudad de Buenos Aires, sobre todo en el PRO. El triunfo de La Libertad Avanza con el vocero presidencial Manuel Adorni a la cabeza, alertó las señales de unidad. En ambos casos, con la división interna como peligro.
Cómo captar el voto de los bonaerenses en un escenario político cada vez más fragmentado y polarizado, con el antecedente de las elecciones provinciales que mostraron una alta abstención a la hora de votar, es parte del desafío de los meses que se vienen.
El Partido Justicialista reunió a más de 300.000 personas frente a la Casa de Gobierno. Todos los espacios que componen al peronismo estuvieron presentes, incluido Axel Kicillof. Desde su departamento, la expresidenta grabó un mensaje y apuntó contra la Corte Suprema, el poder económico y el actual Gobierno nacional.
El mundo atraviesa un momento de enorme tensión. Recrudece Medio Oriente. En Estados Unidos asesinan a una congresista demócrata y a su marido. Apresan por unas horas a un senador demócrata que preguntó por la “caza” que realiza el gobierno de Trump sobre los inmigrantes.
La proscripción política de Cristina Fernández de Kirchner no sólo marca un punto de inflexión para el kirchnerismo, sino que también reconfigura el mapa interno del peronismo. Una de las preguntas que se impone en este nuevo escenario es: ¿qué pasará con los principales alfiles de La Cámpora, especialmente sus intendentes y aliados en la provincia de Buenos Aires?
El pampeano Sergio Ziliotto fue el portavoz de la reducida comitiva de gobernadores que se reunió con el jefe de gabinete, Guillermo Francos, para llevar el reclamo y la propuesta de todos sus pares, por la situación fiscal que se agrava mes a mes.
La reciente detención de Cristina Fernández de Kirchner, junto con su consecuente proscripción política, generó un cimbronazo dentro del peronismo. Lejos de producir una reacción unificada, el movimiento vuelve a exhibir una de sus fracturas más profundas: la disputa entre La Cámpora y el sector que responde al gobernador bonaerense Axel Kicillof.
La política argentina vive horas de alta tensión tras la detención de la ex presidenta y actual senadora Cristina Fernández de Kirchner, dispuesta por un fallo de la Corte Suprema de Justicia. El operativo desató un inmediato repudio en vastos sectores del país y una rápida movilización de militantes políticos y sociales, que se congregaron frente a su domicilio en el barrio porteño de Recoleta para expresar su apoyo.