
Con un panorama cada vez más claro respecto al cronograma electoral, las fuerzas políticas hacen malabares para definir su estrategia. Premura, chicanas, desunión y poca certeza. Todos los partidos padecen la crisis general y construyen una propia.
La democracia argentina enfrenta tensiones crecientes mientras el gobierno de Javier Milei cierra su primer año con desafíos económicos, conflictos entre aliados y un panorama social crítico. El futuro de 2025 dependerá de si las propuestas políticas logran responder a las demandas de una ciudadanía cada vez más desencantada.
ANALISIS 06 de enero de 2025Todo indica que transitamos un tiempo al que podríamos denominar, el de la democracia inconclusa. Posiblemente esta sensación provenga mucho más de las sociedades que de las corporaciones políticas. (Es que la sociedad percibe que la política desconecta para con sus necesidades) .
También en algunos países como Chile, Argentina; la política se ha quedado sin representación de centro, parecería que al menos Chile en este 2025 podría recuperarla. Argentina al cierre de este artículo (fin 2024), esa posibilidad suena más a deseo que a concreción.
Lo cierto es que cuando el péndulo político queda detenido a la derecha, puede acercarse peligrosamente a una autocracia. Sí el péndulo queda en el otro extremo, puede suceder lo mismo. Dentro del movimiento pendular de la política, emerge el menú populista. Lo hay de derecha y de izquierda. Y con ello el debilitamiento de las instituciones, sostén del sistema.
La tentación de la concentración unívoca del poder existe en ambos extremos, por ello a estos gobiernos les molesta verse limitados por los poderes Judicial y Legislativo. Y por supuesto, por la prensa libre. Argentina viene caminando por ese andarivel.
El gobierno del presidente Milei finaliza su primer año de gestión mucho mejor que como lo comenzó: logró imponer agenda. Después del rechazo de la Ley Bases original, aprendió a negociar políticamente. La politóloga Gabriela O´Donnell considera que aplicó inicialmente la técnica de empeorar todo, para luego mejorarlo. El Presidente vino diagnosticando y presentando soluciones (de acuerdo a su visión), sobre los problemas argentinos. La opinión pública que lo sostiene valora la baja inflacionaria.
Argentina tiene una necesidad para el 2025 en el terreno económicao, que el Presidente parece no dispuesto a contemplar; cual es planificación para las empresas e industrias domésticas, como sí lo ha hecho y presentado (RIGI) para la inversión internacional. La importación indiscriminada traerá graves problemas, especialmente sociales. El campo -sostén político de Milei-, necesita que las promesas que el Presidente suele hacer en Palermo –baja de retenciones-, se concreten más temprano que tarde. El precio internacional de la soja viene en baja, hay gran incertidumbre política mundial. Con respecto al balance social 2024 es absolutamente negativo. El empobrecimiento de los asalariados llama poderosamente la atención. Y la pauperización de los más pobres lleva a que por ejemplo en Rosario existan 8/9 ferias populares cuya característica es la venta de lo conseguido en los contenedores de basura, como lo manifiesta el Secretario de Desarrollo Humano y Hábitat de la Municipalidad de Rosario, Nicolás Gianelloni.
En lo estrictamente político, el Estado nacional y la provincia más grande (Buenos Aires), cierran el ejercicio 2024 sin Presupuesto 2025. En medio de las tensiones entre el aliado PRO y LLA, los gobernadores del AMBA movieron sus fichas. En el caso de CABA, Jorge Macri desdoblando las elecciones, tensionando la discusión cuya definición final aún no está: acuerdan o no. A esta cronista le cuesta creer que al final habrá fumata blanca entre Macri (Mauricio) y Milei, la lógica sería esa, dado que en el intento de “matar” al PRO Milei puede resultar herido. Pero no debemos olvidar que las decisiones políticas trascienden lo racional.
Por el lado del gobernador Axel Kicillof, la rebeldía de intentar desdoblar las elecciones (aún no lo concretó), le costó el Presupuesto.
La desorientación que sufrieron las oposiciones en el 2024, ¿quedará saldada ante la inminencia de las próximas elecciones? La oposición ¿mostrará, encontrará, presentará, su caja de herramientas alternativas al gobierno para solucionar los problemas argentinos? En este 2025, ¿las polarizaciones sufrirán desgaste por hartazgo?
Esta democracia inconclusa, sigue siendo el instrumento con que cuenta la ciudadanía para defenderse de las desigualdades que el capitalismo genera como sistema económico.
Con un panorama cada vez más claro respecto al cronograma electoral, las fuerzas políticas hacen malabares para definir su estrategia. Premura, chicanas, desunión y poca certeza. Todos los partidos padecen la crisis general y construyen una propia.
¿Cómo ejerce hoy su dominio el poder, en un mundo que parece haber dejado atrás las grandes confrontaciones?
Facundo Ramos, Licenciado en Ciencias Políticas y consultor en comunicación política, analiza cómo el gobierno de Javier Milei logró imponer un orden económico que celebra el déficit cero y aplaca los mercados, pero que profundiza el desorden social. Con una narrativa disruptiva, enemigos simbólicos y acuerdos con el FMI, Milei promete libertad mientras asegura privilegios. ¿Quién está realmente en orden y quién paga la cuenta?
Mientras Argentina inaugura una nueva etapa económica, casi sin cepo; Santa Fe comenzó el año electoral 2025 con un puñado de alegrías para todos aunque de distinto tenor.
Hace unas semanas, con el estreno de la serie original de Netflix titulada “Adolescencia”, se llevó al público más mainstream un concepto originario de los recovecos más profundos del internet finalmente filtrado a la superficie diaria de las redes sociales. El término en cuestión es el denominado “incel” que viene del juego de palabras “involuntary celibate” cuya traducción explica muy bien y por sí sola su significado: celibato involuntario.
Las filiales de La Libertad Avanza exhiben estrategias dispares para captar votantes. Mientras algunos dirigentes priorizan un discurso ultraconservador alineado con la “batalla cultural” de Milei, otros combinan liberalismo y vecinalismo para posicionarse en sus distritos.