
Cómo juega el efecto Cristina en los armados electorales de la Provincia
Kicillof y su apuesta por el pragmatismo electoral. La mesa de negociación peronista: un desafío a la unidad. El PRO bonaerense y la encrucijada libertaria.
El Partido Justicialista reunió a más de 300.000 personas frente a la Casa de Gobierno. Todos los espacios que componen al peronismo estuvieron presentes, incluido Axel Kicillof. Desde su departamento, la expresidenta grabó un mensaje y apuntó contra la Corte Suprema, el poder económico y el actual Gobierno nacional.
POLÍTICA 19 de junio de 2025 Leandro BravoCon una Plaza de Mayo repleta de banderas, fotos y carteles, el Partido Justicialista reunió a más de 350.000 personas en apoyo a la dos veces presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, condenada hace una semana por la Corte Suprema de Justicia. En medio del reclamo a la Justicia por el uso del balcón, la ex vicepresidenta habló en off durante el acto desde su casa en San José 1111 del barrio porteño de Constitución, domicilio elegido para purgar la pena durante los seis años.
Desde muy temprano, cientos de militantes se movilizaron desde diferentes sectores del conurbano bonaerense. Sin embargo, Gendarmería Nacional y la Policía Federal Argentina encabezaron diferentes controles de seguridad en todos los accesos terrestres de la ciudad y en las principales estaciones de tren.
La movilización contó con la presencia de todos los sectores que conforman el peronismo: estuvieron Máximo Kirchner y La Cámpora; Sergio Massa y todo el Frente Renovador; el gobernador bonaerense Axel Kicillof y el Movimiento Derecho al Futuro; Juan Grabois y el Frente Patria Grande; el Movimiento Evita; Principios y Valores de Guillermo Moreno; sindicatos; referentes provinciales; y los bloques de diputados y senadores de Unión por la Patria.
Una vez que la multitud se congregó frente a Casa de Gobierno, el acto comenzó con la entonación del Himno Nacional Argentino, para luego pasar a reproducir la pieza de audio con la voz de Cristina Fernández de Kirchner, quien primero, saludó a los presentes y luego, les agradeció por las “increíbles muestras de afecto acá, en mi casa y en distintos puntos del país”.
La exvicepresidenta de la Nación durante el gobierno del Frente de Todos reiteró su malestar por la imposibilidad de poder salir al balcón de su domicilio (algo que fue revertido por la Justicia minutos después) y deslizó: “Dios mío, qué cachivaches que son”. Después endilgó una serie de críticas contra el Gobierno nacional: “Este modelo que encarna Milei se cae”.
Referida a la condena ratificada el pasado 10 de junio cuando la Corte Suprema de Justicia avaló la sentencia de seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer públicos, la expresidenta de la Nación durante dos de los tres gobiernos del Frente para la Victoria señaló: “El verdadero poder económico sabe que este modelo se cae y por eso estoy presa”. “Pueden encerrarme a mí, pero no pueden encerrar a todo el pueblo argentino”, arengó.
Para terminar sus embates contra el máximo tribunal de justicia, remarcó la celeridad con la que la sentencia salió tras anunciar su candidatura a legisladora provincial por la tercera sección de la provincia de Buenos Aires. En ese punto, reclamó que la Corte “no trató el adefesio DNU 70/2023 (publicado por el Gobierno nacional el 20 de diciembre del 2023) que modificó la Constitución Nacional, pero me mete presa a mí”.
Dirigida a los presentes en Plaza de Mayo, Cristina Fernández de Kirchner expresó: “Me gustó escucharlos cantar ‘vamos a volver’ porque no lo hacíamos hace demasiado tiempo”. Las palabras de CFK sobre el característico canto del kirchnerismo cuando le tocó ser oposición son correctas: Es la primera vez, desde el triunfo de Javier Milei en noviembre del 2023, que el peronismo volvió a entonar esa canción.
“Me gusta ese ‘vamos a volver’ porque revela la voluntad de volver a tener un país donde los pibes puedan comer cuatro veces al día, con libros y computadoras en los colegios, con laburantes que lleguen a fin de mes y puedan ahorrar para vacaciones o para comprar un auto o un terreno y con jubilados con remedios”, enfatizó.
Luego, recordó: “Ese país no fue una utopía porque lo vivimos durante 12 años y medio, donde dejamos un país desendeudado como a las familias y a las empresas”, y sobre eso agregó: “Increíble como han destruido”. Esta última frase se refiere al regreso del Fondo Monetario Internacional en diferentes acuerdos con la Argentina durante los gobiernos de Mauricio Macri (2018) y Javier Milei (2025).
En el cierre, Cristina Fernández de Kirchner le pidió a la militancia “organizarse para clarificar sin violencia, pero con coraje… y sin miedo, pero con absoluta claridad del momento histórico que estamos atravesando todos los argentinos”. Y concluyó: “Vamos a volver con más sabiduría y más fuerza porque tenemos pueblo, memoria, historia y patria… algo que ellos no tienen”.
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El mundo atraviesa un momento de enorme tensión. Recrudece Medio Oriente. En Estados Unidos asesinan a una congresista demócrata y a su marido. Apresan por unas horas a un senador demócrata que preguntó por la “caza” que realiza el gobierno de Trump sobre los inmigrantes.
La proscripción política de Cristina Fernández de Kirchner no sólo marca un punto de inflexión para el kirchnerismo, sino que también reconfigura el mapa interno del peronismo. Una de las preguntas que se impone en este nuevo escenario es: ¿qué pasará con los principales alfiles de La Cámpora, especialmente sus intendentes y aliados en la provincia de Buenos Aires?
El pampeano Sergio Ziliotto fue el portavoz de la reducida comitiva de gobernadores que se reunió con el jefe de gabinete, Guillermo Francos, para llevar el reclamo y la propuesta de todos sus pares, por la situación fiscal que se agrava mes a mes.
La reciente detención de Cristina Fernández de Kirchner, junto con su consecuente proscripción política, generó un cimbronazo dentro del peronismo. Lejos de producir una reacción unificada, el movimiento vuelve a exhibir una de sus fracturas más profundas: la disputa entre La Cámpora y el sector que responde al gobernador bonaerense Axel Kicillof.
La política argentina vive horas de alta tensión tras la detención de la ex presidenta y actual senadora Cristina Fernández de Kirchner, dispuesta por un fallo de la Corte Suprema de Justicia. El operativo desató un inmediato repudio en vastos sectores del país y una rápida movilización de militantes políticos y sociales, que se congregaron frente a su domicilio en el barrio porteño de Recoleta para expresar su apoyo.