¿Quién firma la unidad?
Pasó un nuevo Congreso del PJ bonaerense y lo que parecía más unido hace pocos días, volvió a desdibujarse. Una comisión será la responsable de tejer los puntos de acuerdo del nuevo frente electoral. La jugada de Máximo. El peligro de las fugas está latente.
05 de julio de 2025

Brindar una definición sobre la situación actual del peronismo en la provincia de Buenos Aires resulta, al menos, complejo. Complejo, tal como es el peronismo. Complejo, porque ocupar el rol de opositor no es algo cómodo para el peronismo, tanto hacia adentro como para afuera. Hoy está envuelto en una danza con miradas desafiantes, muecas simbólicas y movimientos que no desnudan las verdaderas intenciones de los bailarines.
Y así transitan los últimos quince días de cara al cierre de listas del 19 de julio. Diez días antes, arriba la ejecución del primer paso, el cierre de alianzas del 9 de julio. Fue por este motivo, la conformación de un frente electoral, que se desarrolló el Congreso del Partido Justicialista bonaerense. La sede elegida fue Merlo, con ruido de por medio y tironeos para que sea en La Matanza.
De ahí surgió una comisión. A primera mano, se podría decir que no es una mesa con componentes kicillofista ni camporistas. Al menos, de sangre azul. Verónica Magario y Gabriel Katopodis como emisarios de Gobernación y los intendentes Federico Otermín de Lomas de Zamora y Mariel Fernández de Moreno por el lado de Cristina Kirchner.
El cuarteto tendrá la responsabilidad de limar las esperanzas para alcanzar un equilibrio de apoderados y representantes en la Junta Electoral que deje sonrientes a las veredas contrapuestas. De todas maneras, el acuerdo necesita la rúbrica de Máximo Kirchner, titular del PJ, lo que deja al team CFK con tres nombres contra dos al momento de concretar el apretón de manos. Como detalle de color, Kirchner no se acercó al Teatro Municipal y no partició del Congreso y sólo estuvo en la reunión previa dentro de la Municipalidad que lidera Gustavo Menéndez donde se cocinó lo anunciado.
Con todo, que no haya dirigentes de ningún riñón dentro de la comisión asoma, a priori, como un mensaje de fraternidad. Un sinuoso abrazo que impulsa un nuevo punto de flotación para capturar una zanahoria que oscila su distancia día a día: Vencer a La Libertad Avanza. El partido de Javier Milei acusó recibo de quedarse sin agenda. La injusta prisión de CFK dejó a Javier Milei sin bocado contundente. Recién, en las últimas horas, logró algo de vuelo en redes por denunciar más periodistas ante observaciones alrededor de sus perros.
Aparentemente, un tema que sensibiliza con profundidad al Presidente, por encima de los jubilados, las universidades, los científicos, los docentes, el Hospital Garraham, el gas de los marplatenses o los alimentos para los comedores.
Aunque, este viernes, dio un paso importante para su solidificación en la provincia. El PRO, el partido fundado por Mauricio Macri que, a groso modo, dejó de responder a Mauricio Macri, quedó a merced de las hordas violetas. Sin una letra chica definida, los espacios irán unidos el 7 y el 26 de octubre contra el peronismo.
Con este acuerdo, revivió el pedido del cristinismo para deshacer el desdoblamiento. Axel Kicillof mantuvo la negativa en la reunión del último domingo en Calle 6 y sigue firme al respecto. Desde aquel día, el gobernador también sostuvo a capa y espada su piso de negociación.
En La Plata plantaron bandera en un par de ejes. El primero, es conducir la campaña con mirada enfocada en la validación de la gestión provincial, la libertad de Cristina y evitar que la motosierra entre a la provincia. Luego, y sólo con el primer paso certificado, empezarán a delinear las cláusulas de una lista conjunta. Aquí emergen las demandas por un 50 por ciento de los apoderados y de los representantes ante la Junta, encabezar las listas seccionales y una integración mancomunada donde los candidatos surjan de su peso representativo y no por su pertenencia organizacional.
Esto se mantiene y, a primera vista, será tarea de Magario y Katopodis hacer cumplir estas exigencias. No hay intenciones de ceder y desde el bastión que defiende Máximo Kirchner lo saben. La tensión está latente ante la necesidad de una alianza sabiendo que la división arroja como resultado más probable una derrota.
¿Entonces? “Entonces esto es como encarar un divorcio”, compara un dirigente de años, con varios cierres de listas al hombro.
“Estamos en la etapa posterior al despelote en la casa, donde ya te puteaste, te tiraste la ropa y las dos partes quieren que el otro se vaya para quedarte con la casa y todas esas cosas, pero ahora están hablando los abogados y empezás a ver lo caro que te puede salir el divorcio y todo lo que podés perder, y lo ves vos y el otro”, resume su analogía.
Con alguna risa de por medio, advierte que no volverá a existir una convivencia matrimonial sana. Las partes comienzan a temer más por las consecuencias del quiebre. Se pasan la pelota y cada uno juega sus cartas a los fines de que el otro quede como el responsable de la imposibilidad para consumar la unidad. Típico de divorcio. Unos no quieren quedar como traidores tras la prisión de CFK. Los otros exigen una obsecuencia inviable.
Entre el ida y vuelta de este escenario, camina el Frente Renovador. El espacio de Sergio Massa, el otro componente del triunvirato que encabeza las definiciones electorales del peronismo bonaerense junto a Kirchner y Kicillof, recibirá la nueva comisión. Ojo, aún falta que la comisión acomode sus propios melones antes de buscar los demás. Parece que no, pero falta tiempo.
Y hay otro condimento. La unidad dejará afuera un grupo menor de peronistas. El espacio constituido por Facundo Manes y Juan Schiaretti recluta díscolos. Particularmente, los que no quieren comulgar con ningún frente que tenga alguna célula camportista. Julio Zamora de Tigre, Fernando Gray de Esteban Echeverría, Gilberto Alegre de General Villegas o Guillermo Britos de Chivilcoy apostarían a este camino. Posiblemente, no sean un colectivo de inmensa cantidad de votos, pero cuando la gloria o la tragedia dependen de dos o tres puntos, cualquier fuga puede desencadenar una falla multiorgásmica.
Así, lo que el domingo asomó como unidad encaminada, hoy está esmerilada. Quizás, mañana mismo se aclara. A fin de cuentas, no deja de ser una instancia de negociaciones. Como en cualquier transacción, hay convicciones. Pero, también, conveniencias.