¿Quién gana?
Este domingo se eligen representantes para la Legislatura y los concejos deliberantes municipales. Se pone en juego la primera etapa de la estrategia impuesta por Axel Kicillof y el tan mentado desdoblamiento. Se verá el peso de los intendentes. ¿Puede ganar Javier Milei?
07 de septiembre de 2025

Llegó el día y hoy se elige. En la provincia de Buenos Aires, por primera vez desde el retorno de la democracia, las elecciones fueron desdobladas. Este domingo, los bonaerenses únicamente deben optar por el futuro de sus municipios y su Legislatura. Hoy no entra en juego el Congreso, o quizás un poco sí. Hoy no se define el futuro nacional, o quizás un poco sí. Pasadas las 18 horas, la puja entre Javier Milei y Axel Kicillof sumará un capítulo con naturaleza economicista y los números hablarán.
Paradójicamente, ambos pueden izar la bandera del triunfo en esta tarde noche. En primer término, el acumulado de papeletas celestes y violetas en las ocho secciones presentará un vencedor. Mostrará qué modelo acumula mayor apoyo. En segundo, tanto la Cámara de Diputados como la de Senadores exhibirá una nueva composición, detalles más detalles menos. Y, en tercer lugar, pero no menos importante, los 135 concejos deliberantes solidificarán o erosionarán la gobernabilidad de los intendentes.
Los tres afluentes que convergerán en la lectura final de los resultados tienen su propia clave de sol. Si hay más sobre con boletas de Fuerza Patria, Kicillof se anotará un poroto a favor en la estrategia del desdoblamiento. Restará octubre, pero una victoria, en muchas ocasiones, trae otra victoria. La Libertad Avanza perdería en el principal bastión electoral, donde 14 millones de personas, más del 40 por ciento del padrón, pueden marcar el destino de los próximos dos años de gobierno.
Milei debería explicar cómo, por qué y dónde perdió. Aunque, perder es perder. El lunes los mercados hablarán de forma independiente. Sin medio y de manera tajante. Así, día a día. ¿Habrá más audios? Nadie lo sabe. Ahora, bien, ¿si ganan los violetas? El peronismo acumularía un doble match point de cara al 2027. La unidad, de nuevo, no sería garantía de coronación. Posiblemente, el engrudo que amalgamo cada pieza del peronismo bonaerense carezca de un efecto sanador y afloren críticas de todas las tribus. Y la Gobernación será el blanco de varios misiles teledirigidos.
La otra arista pasa por la conformación del nuevo cuerpo legislativo. Por encima de quien gane en el plano general, cada sección aportará según sus propios resultados. Diputados y senadores provinciales entrarán por primera vez a los recintos y, por pura lógica, la enormidad de apellidos será libertarios. LLA arriesga apenas tres bancas. Nada. Todo será ganancia.
Sin embargo, el antecedente de hace dos años no es garantía de mayoría. Las nóminas violetas, al igual que en esta ocasión, fueron redactadas con la premisa de ampliar la estructuralidad de un espacio ajeno al ecosistema político provincial. Con Sebastián Pareja a la cabeza, y Karina Milei administrando los hilos, reclutaron nombres y apellidos que compitieron por múltiples partidos. Castizaron las nóminas libertarias, a contramano de la filosofía kamikaze de Las Fuerzas del Cielo.
En 2023, la misma táctica implosionó los bloques de LLA. Detonaron antes de asumir, incluso. El fuselaje violeta tiene grietas. Los motores leoninos pierden aceite kilómetro a kilómetros. El último episodio que grafica estas fracturas lo protagonizó Daniel Parisini, alias Gordo Dan, con el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos. El tema en cuestión fue la hija de Luis Juez. La cuestión de fondo, las políticas para personas con discapacidad. Y el trasfondo no hace falta aclararlo. En veinte años, cuando se hable de discapacidad y libertarios, un nombre y apellido será inolvidable: Darío Spagnuolo.
Como último efecto resultadista de la jornada está el nuevo color de los concejos deliberantes. Si una frase se repitió de cara a la elección de este 7 de septiembre es que los que tienen la pelota son los intendentes. La tienen y la pisan. El conocimiento del territorio, el vínculo con las instituciones, la calidad de la gestión y la garantía de gobierno serán cartas que sólo 135 actores dispondrán. De allí, 84 son peronistas. Es decir, alrededor de dos tercios.
Para este tramo final de la campaña, atravesada por el escándalo de corrupción y posible pedido de coimas por parte de la hermana del Presidente, Kicillof optó por un perfil ameno. Salió del centro, escapó a que se analice sus méritos y dejó que las luces de las cámaras, streams y teléfonos produzcan un sinfín de radiografías de La Libertad Avanza. Hoy se sabe más. Hoy asistimos a un viraje sobre cuán impoluto, novedoso y transformador es el engranaje que lidera Milei.
El impacto del escándalo que descolocó comunicacional y políticamente al gobierno nacional e hizo que LLA se refugie en el fortalecimiento de su núcleo duro. Apela a que no haya fugas. No espera mucho de quienes acompañaron circunstancialmente en 2023. Volvió a las bases, con un agregado PRO en su discurso. La dualidad antagónica con el kirchnerismo nunca fue la naturaleza violeta. Milei venía a terminar con la casta y cambiar la política. No venía a ser la contracara de Cristina Kirchner.
Milei venía a ser el salto cualitativo sobre CFK, Alberto Fernández, Sergio Massa y, también, Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, Cristian Ritondo, Daniel Scioli y varios más. Lo engulleron. Sumergido en la falta objetivos cumplidos y un deliberado empeoramiento en la calidad de vida argentina, el Presidente quedó más amarillo que otra cosa. Perdió la chispa diferencial.
No hay que menospreciar el número mensual de la inflación, más allá de aumentos constantes en los precios que no evidencian una estabilidad o mejoría del poder adquisitivo. Todo lo contrario. Se agregó una crisis de empleo, de desempleo, de un crecimiento exponencial del crédito para comprar comida o pagar la boleta de luz, y nadie accedió a la tierna dulzura que queda en la boca luego de dar un salto de calidad en su vida.
Así, Milei volvió a ir a fondo. Lo replica Luis Caputo. Fue a Moreno a querer exponer lo que todos en Moreno, la provincia y el país conocen. No fue novedoso. Y, a eso, se acopla su cuota de responsabilidad. Milei se enraizó tanto la lógica 2023 que olvidó que ya es 2025. Cuando uno es gestión, la victimización tiene patas cortas. Más aún en Argentina, donde el límite entre ser vivo y carecer de aptitudes pillas, es muy fino. Nadie es víctima cuando tiene la legitimidad para resolver las cosas. Si no lo hace, la legitimidad se fuga, casi tan rápido como los dólares.
Si la legitimidad se desmenuza suele emergen la tiranía. La desesperada jugada del gobierno por ocultar posibles audios de Karina Milei lo impulsó a atacar al principal cimiento de su discurso: los medios. Los tradicionales y los que no. Los comunicadores, los que hablan de y para tal, quedaron en off side. Muchos se preguntaron quién es el próximo en ser denunciado y por qué.
Con todo, Kicillof puede empezar a respirar aires de conductor si consigue la victoria. Ese triunfo mostrará una musculatura aceitada si, encima, brotan sonrisas para Fuerza Patria en la primera, segunda y tercera sección, donde las cabezas de lista responden a la voluntad del gobernador.
Kicillof quiere ser. Estos días evidenció una mejoría en su presencia mediática, peso de su discurso y aptitud política. Claro ejemplo de esto último fueron las palabras de agradecimiento a Sergio Massa, quien compartiría con el gobernador la espera de los resultados en La Plata a diferencia de lo que hará Máximo Kichner, quien aguardará el anuncio junto a CFK en Capital Federal.
A esta altura, la unidad se gestó y caminó de cara a la elección de hoy. No necesita fotos, necesita resultados para construir lo que viene.