Pasó de moda Francisco,quedó la dirigencia berreta de siempre
Murió el Papa. Pesar por el Pontífice que incomodaba, molestaba, decía cosas poco complacientes con los poderes globales. Y ahí estaba nuestra dirigencia de tiempos de penurias buscando las fotos para colgar en Instagram ¿O en X? ¿Dónde pegará mejor? Nadie lo entendió.
05 de mayo de 2025

El mundo nos pone a prueba. Se nos fue el Papa incomodante (cuanto parecido –si se quiere- al periodismo, que cuando cumple su función siempre incomoda). Veremos quién lo sucede. Esto genera ansiedad, no es un tema menor la continuidad o no de la Iglesia de Francisco.
Por otro lado, cuando aún los jefes de Estado colgaban el traje con el que participaron de las exequias, un apagón general afectó totalmente a España, Francia y Portugal. Al cierre de este análisis no se sabía que lo generó. No obstante sirva este hecho para recapacitar por unos minutos sobre cómo vivimos en nuestro mundo. Con un quite momentáneo de energía, se nos va la vida. No hay comunicación, no hay posibilidad de pagar ni de comprar. De viajar. De salir de un ascensor, de un tren o bajar de una rueda gigante en un parque de diversiones.
El avance científico tecnológico es imparable, pero lo cierto es que un habitante promedio de este mundo parece no saber sobrevivir ante un corte de luz. Del Humanismo no depende la energía, sí tal vez reflotar y/ priorizar valores; separar lo urgente de lo importante. Y quizás el sentirnos solos de verdad nos haga valorar la vida junto al otro. Quizás este apagón ponga por segundos en nuestra conciencia el valor de un “todos” , de un “nosotros”, de un “juntos”, en momentos en que el más brutal individualismo nos conduce.
Arribo a la Argentina y dos frases me circundan –tal vez oportunas por lo vivido recientemente-, Jesús en la cruz, agonizante dijo: “perdónalos Señor, no saben lo que hacen”. El Arzobispo de Buenos Aires García Cuerva (ante los insultos hacia la vicepresidenta de la Nación Victoria Villarruel a la salida de la misa por el fallecimiento del Papa argentino) , manifestó “No entendieron nada”.
Ambas expresiones aplican a la Argentina de hoy. El presidente Milei fue con su egoísmo a despedir –tarde- al Papa argentino. Los demás dirigentes no concurrieron. Hablo de los mismos que en vida de Bergoglio no mezquinaban pasajes a Roma en busca de una foto salvadora, de golpe se volvieron austeros dejando en claro sus mezquindades de siempre.
El Presidente argentino volvió con el problema de sus cachetes colorados por el sol romano. Parece que le ardían, aunque sus formas y conciencia siguen tan frías como siempre.
Argentina hubo traspapelado a su Francisco en vida. No lo entendieron ni los fieles ni los que no lo fueron, y rápidamente lo olvida en muerte.
Pasado el rating de minuto a minuto, ya no se lo escucha. Alguno que otro busca algo personal para exhibir la cercanía al Papa incomodante, pero no se incomoda ni un poquito ante tantas verdades de Francisco, que no se quieren ver, ni oír, ni practicar.
Francisco perdónanos, no sabemos lo que hacemos